Alrededor de una hora, Daniela Miranda Zar declaró ante el Tribunal de Enjuiciamiento.
Era uno de los testimonios más esperados, porque fue ella quien tuvo el primer contacto como miembro del Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF) en la escena del crimen, y quien realiza la primera autopsia ese domingo 4 de diciembre.
Daniela Miranda Zar renunció al día siguiente de realizar la autopsia al cuerpo de Juan Carlos Rojas y se fue a vivir a Córdoba. Como médica forense con especialidad en Medicina Legal, trabajó en el CIF durante un año, y según su testimonio, realizó alrededor de 50 autopsias.
Durante su testimonio, dijo que el primer llamado que recibió (no recuerda quién) la convocan a apersonarse “por una muerte natural”. Al llegar, relató que se encontraba trabajando el personal de la División Homicidios.
“Había gente de homicidios trabajando, familiares, el fiscal. Cuando yo entré, no estaba protegido el cuerpo. El piso estaba lavado, no había signos de arrastre. La escena estaba alterada”.
En todo momento, Miranda Zar aseguró que las circunstancias del hallazgo del cuerpo la llevaron a tomar la decisión de realizar una autopsia, y negó haberle sugerido al fiscal que podría haberse tratado de un paro cardiorrespiratorio.
“Si mi suposición hubiese sido paro cardiorrespiratorio, ¿por qué lo llevaría a autopsia?”
También afirmó que el fiscal Laureano Palacios “nunca dijo o sugirió que podría tratarse de una muerte violenta”.