En 3 meses habrá elecciones en Catamarca para definir, entre otros puestos, quien va a conducir el rumbo de la provincia por los próximos 4 años a partir del 10 de diciembre. Ya son muchos los nombres que hay en danza, pero entre los que ya se autoproclamaron precandidatos en los distintos partidos y alianzas, no hay mujeres. “Cada vez que una mujer quiere o dice que quiere ser, automáticamente es tachada”, dijo la dirigente radical Vilma Chayle en una entrevista en los estudios de INFORMA RADIO.
Siguiendo con la posición de las mujeres para ocupar espacios en los partidos políticos, Chayle precisó que “tenemos que buscar estrategia para poder sentarnos en la mesa. El tema está en que siempre somos la subestimadas, hay mucha violencia política”. La referente de la línea Evolución Radical y militante activa por los derechos de las mujeres y géneros, reconoció que “es un proceso que nos estamos costando mucho”.
En el año 2018, Catamarca sancionó la Ley de Paridad de Género para el ámbito parlamentario, es decir que las listas deben estar conformadas por el 50% con nombres de varones y el 50% de mujeres desde el inicio hasta la última persona suplente. Recién en las elecciones de 2019 se estrenó esa ley y por ejemplo, en el Senado hay mujeres representantes de distintos departamento, siendo que hasta ese recambio, los 16 legisladores eran hombres.
Catamarca tuvo una mujer gobernador elegida por medio del voto popular: Lucia Corpacci (2011- 2015; 2015-2019). La primera fue Eulalia Ares, pero en otro contexto donde las urnas no estuvieron en el medio.
“Nos está costando ponernos en la mesa, porque son patriarcales”, mencionó Vilma Chayle y continuó: “La mesa es decisión de hombres y meternos en la mesa, hasta muchas veces las mismas mujeres que militan y que acostumbran a militar para un varón, les cuesta abrir el juego a nosotras las mujeres”. La militante radical afirmó que esta situación “es un proceso que lo venimos teniendo no solo en el radicalismo sino en la política en general, por eso venimos trabajando y creemos en estas construcciones colectivas” y como ocurre en otros ámbitos, Chayle sacó a la luz: “Nos hemos abrazado con religionarias, con compañeras de otros partidos porque es la única forma que hemos podido sobrepasar distintos temas que hacían a nuestros derechos y en la política nos está costando sentarnos y romper ese techo de cristal”.