Una enfermera del área de oncología del Hospital San Juan Bautista denunció a su colega por administrar morfina a un paciente sin autorización. La mujer puso en conocimiento a sus supervisores sobre la irregularidad y luego la denunció porque habría recibido amenazas por parte de su compañera en las redes sociales.
La sindicada trabaja en otra área y habría justificado que le proporcionó la medicación al paciente para colaborar, pero la denunciante le reprochó su acción. Luego, habría constatado con el propio interno del nosocomio que recibió un calmante por parte de la enfermera.
Posteriormente advirtió que faltaba otra ampolla del analgésico y arribó a la conclusión que podría tratarse nuevamente de su colega y los supervisores tomaron medidas por la atribución que se adjudicó la auxiliar de la salud.
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