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Conmemoración del 140° aniversario de la muerte del Beato Mamerto Esquiú

“El Beato Esquiú ha sido un regalo para el siglo XIX no sólo en Catamarca sino en todo el país, y sigue siéndolo para nosotros, hoy”, dijo el Mons. Urbanč
Por Redacción Inforama

Durante la tarde del martes 10 de enero, se llevaron a cabo los actos centrales conmemorativos del 140° aniversario del fallecimiento del Beato Mamerto Esquiú, en El Suncho, departamento La Paz. Los mismos dieron inicio con el Vía Crucis desde la localidad de Esquiú hasta el paraje lapaceño.


Participaron de este recorrido, que abarcó unos 6 kilómetros, peregrinos a pie, a caballo y en vehículos, provenientes de distintas localidades de la jurisdicción parroquial de San Roque, con sede en Recreo.


A su arribo al predio donde se concentra la devoción al Beato Esquiú en la zona, se celebró la Santa Misa presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por los presbíteros Domingo Chaves y Juan Marcos Bello, párroco y vicario parroquial de San Roque; Carlos Rodríguez, párroco de la Inmaculada Concepción, El Alto; Ramón Carabajal, capellán de la Catedral Basílica y Santuario mariano; el sacerdote franciscano Pablo Reartes y el padre Francisco Urbanč, del clero de la Arquidiócesis de Tucumán.


En su homilía, el obispo dijo que “el Beato Esquiú ha sido un regalo para el siglo XIX no sólo en Catamarca sino en todo el país, y sigue siéndolo para nosotros, hoy. Su figura sigue inspirando deseos profundos de ser un verdadero discípulo misionero de Jesús”.


“Nos encontramos en este solar desde donde él tuvo que hacer su pascua, hace 140 años atrás dejó este mundo, un mundo que amó entrañablemente, un mundo difícil, complejo, con muchos desafíos, pero que él tenía en el centro de su corazón a Jesucristo. Esto es lo grande del Beato Mamerto Esquiú, quien se quiso identificar con Jesús. Eso es lo que tenemos que practicar en nuestras vidas”, expresó.


Tras reflexionar sobre el Evangelio proclamado, destacó las virtudes del Beato Esquiú, afirmando que “Mamerto fue un hombre austero, se conformó con un sayal franciscano y lo vistió desde niño. Y así cuando estuvo en Córdoba se ocupó de los pobres. Toda su vida dedicada a lo esencial, que es Jesús”.


Enfatizó que “cuando pensemos en el Beato Esquiú, para quien pedimos que el Señor nos conceda la gracia de la pronta canonización, que esta figura nos entusiasme a amar más a Jesús”. En este punto invitó “a leer sus escritos y van a ver que aparece permanentemente la referencia a Jesús”, dijo.


Al referirse a la importancia de la Eucaristía en la vida del cristiano, recordó que “cuando él escribe su carta pastoral a los sacerdotes de Córdoba habla de la centralidad de la Eucaristía”, haciendo hincapié en la necesidad de la vivencia de Jesús en nuestra vida, a ejemplo suyo.


“No quería la vanagloria”, expresó, agregando que “aquí, en este paraje, entregó su vida a Dios. Vivió y murió pobre”.


Luego de la ceremonia litúrgica, se realizó el acto protocolar, con la participación de autoridades municipales encabezadas por el intendente de Recreo Luis Polti, culminando este homenaje al Beato Esquiú con la procesión alrededor del predio de El Suncho.