Actualidad

“Me gustaría contarle a la madre cómo actuaron sus hijos dentro del boliche”: el descargo de uno de los policías de Wika

A través de una publicación de Facebook, uno de los agentes que realizaba adicionales como seguridad en el boliche relató su versión de los hechos. “Recibimos insultos y denigración, que éramos unos negros de mierda”, aseguró.

No iba a opinar pero la verdad ya no aguanto más toda esta injusticia”, arranca el posteo de Germán Nieva, efectivo de la Policía de Catamarca que cumple adicionales en el local bailable Wika y que, según su relato, fue testigo de lo ocurrido la noche de Año Nuevo.

Tras finalizar el evento la madrugada del 1 de enero, efectivos policiales realizaron el despeje de la zona y arrestaron violentamente a dos hermanos de apellido Sosa Soler. Los videos de la detención se esparcieron rápidamente por las redes sociales, generando la intervención del Ministerio de Seguridad y el área de Asuntos Internos para determinar si existió un exceso de uso de la fuerza por parte de los efectivos.

“La gente que me conoce sabe bien lo respetuoso que soy para tratar con la gente. Por eso trabajo hace más de 12 años en boliches, y gracias a Dios nunca tuve ningún tipo de incidente” asegura Nieva en su publicación.

“Me gustaría contarle a la madre cómo actuaron sus hijos dentro del boliche cuando le pedimos junto a mi compañero que por favor se retiraran del local. Solo recibimos insultos y denigración. Que éramos unos negros de mierda y esclavos, y que con solo levantar un dedo quedábamos sin trabajo. Y muchos insultos más de parte de él y su hermana”. 

Germán Nieva, policía a cargo de la seguridad de Wika Club

Continuando con el relato, el efectivo asegura que hasta fueron agredidos con un vaso de vidrio sin que él y su compañero intervinieran. “¿Qué hay que hacer? ¿Qué harían ustedes? Yo conté hasta 10 con mi compañero, y lo dejamos (al varón) que se fuera y él burlándose, y hasta nos tiró un vaso de vidrio”.

Nieva lamentó que ahora sus compañeros de la fuerza tengan que pasar por un proceso de sumario ante lo que considera una “injusticia”.

“Mis colegas actuaron cansados de que estas personas hicieran lo que quisieran, denigrando al personal policial. ¿Y si dejaban que se vayan en ese estado y agredía a otra persona, como ya lo hizo en otras ocasiones? También iba a tener la culpa la policía por haberlo dejado hacer lo que al niño se le plazca”, concluyó.