La joven policía que recibió un disparo en el tórax, en circunstancias aún poco claras para la Justicia, se recupera con buen pronóstico según el último parte médico recibido por sus familiares y amigos.
Camila Escalante, de 23 años de edad, fue trasladada en código rojo desde la ciudad de Santa María a la capital de Catamarca, en vuelo sanitario, tras recibir un disparo en la zona intercostal del tórax, con salida del proyectil.
Por el hecho fue inmediatamente detenido su actual pareja, pero ya pasadas las 24 horas del episodio, aún no fue imputado y continúa privado de su libertad.
Para la Justicia no están claras las circunstancias en las cuales se efectuó el disparo que casi termina con la vida de Camila. Por un lado, una publicación en sus redes sociales horas antes del hecho hacen presumir de una intención de autoprovocarse daño.
Sin embargo, allegados aseguran que la relación que mantenía Camila con su pareja era conflictiva, y están convencidos de su intervención en el hecho.