Ayer, alrededor de las 18:00 horas, una mujer se presentó de manera espontánea en la comisaría décima una mujer de 31 años de edad. Manifestando que su hija, se había ahogado y no respiraba, ya que, se le había obstruido un caramelo en las vías respiratorias.
Ante esta situación, el oficial Carlos Alfredo Tapia, de manera inmediata y heroica procedió a practicarle maniobras de reanimación de Heimlich hasta lograr que respirara nuevamente.
Una vez que la pequeña fue estabilizada. Los policías la trasladaron en el móvil policial al Mini Hospital Sur “Carlos Bravo”, donde le brindaron la asistencia correspondiente.