Mientras el gobierno provincial define adelantar las elecciones para marzo, las distintas fuerzas políticas debaten sobre la necesidad de realizar o no las PASO. Claro que la decisión de convocar o no pasa exclusivamente por el gobernador.
En medio de la crisis económica que vive el país, la clase política ya está en carrera para lo que serán las elecciones provinciales y municipales del año próximo.
Es casi un hecho que los comicios locales se van a realizar en marzo del 2023 y nadie duda del adelantamiento de las elecciones.
Catamarca puede convocar en algún domingo de marzo a sus comicios sino van conjuntamente con las nacionales según establece la Constitución de la Provincia.
Marzo es el objetivo que, por lo menos, el oficialismo se ha planteado como una manera de no quedar pegado al gobierno nacional y la difícil situación que le toca vivir por la crisis económica.
Además, octubre del año próximo es una fecha muy lejana para saber cómo estarán las cosas en el país y por ende marzo acorta la posibilidad de imponderables que hagan todavía más difícil una elección.
La estrategia de adelantar a marzo no es de éste gobierno, ni del anterior, sino que viene de quien detenta el poder como una manera de golpear primero y dejar desarticulado principalmente a la oposición.
Lo hizo el Frente Cívico y Social con todos sus gobernadores y no es extraño que ahora el gobernador Jalil haga exactamente lo mismo.
El efecto político de adelantar es una estrategia que los oficialismos buscan para garantizar ganar, claro que nada garantiza el resultado de una elección, ni siquiera adelantarla y hay ejemplo de ello.
El oficialismo deberá cerrar su interna para poder llegar ordenado a marzo, en caso de adelantarse los comicios.
La estrategia de adelantar a marzo no es de éste gobierno, ni del anterior, sino que viene de quien detenta el poder como una manera de golpear primero y dejar desarticulado principalmente a la oposición.
Pero la interna oficial ya se sintió con las posturas diferenciadas entre el gobernador y el intendente de la Capital.
Mientras Raúl Jalil opinó que no estaría mal posponer las PASO, Gustavo Saadi planteó que son necesarias las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para dirimir las distintas candidaturas.
La postura de Saadi se tomó como un posicionamiento interno diferente al del gobernador.
Y si bien Lucía Corpacci prefirió no opinar sobre las PASO, ni las candidaturas, ni el adelantamiento de las elecciones provinciales, plantea que el oficialismo debe equilibrar sus cargas primero si quiere convocar para marzo a los comicios.
En este juego interno cada sector atiende sus necesidades pero indudablemente la decisión pasará por lo acuerden Jalil y Corpacci con el aval, claro, de Saadi.
No se llamará a marzo sino hay acuerdo interno en el oficialismo, sería jugar con fuego llamar a alecciones y no tener resuelto, por lo menos, los candidatos a gobernador e intendente de la Capital.
En la oposición también pasan por cuestiones internas que no terminan de resolver
El PRO tiene su interna, el radicalismo tiene la suya, y por ende si los comicios son en marzo apurará la necesidad de resolver la situación interna para poder armar un esquema que pueda competir por el poder real en la provincia y los distintos municipios.
A la oposición le pasa lo mismo que al oficialismo
Algunos entienden que mejor es suspender las PASO y que lo resuelva la controvertida mesa de consenso, pero otros quieren las primarias como alternativa de pelear candidaturas y también posicionar su sector.
PASO o no PASO parece ser la cuestión que debe resolver el poder político que administra la provincia, pero también la oposición juega a ver qué más le conviene.
Las próximas elecciones son muy importantes porque ponen en juego el denominado poder real en la provincia y por ello la jugada debe tener un fuerte respaldo político interno en el oficialismo.
De igual manera la decisión la tiene el gobernador quien con su lapicera es la que firma la convocatoria de adelantamiento de las elecciones provinciales para marzo.
La decisión está en sus manos, claro que todavía queda tiempo, solo algunos meses, para tomar la decisión.
Es una historia que ya vimos quienes vivimos en esta provincia.
Marzo no queda tan lejos como algunos piensan y los tiempos corren, sobre todo en política.
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