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"Esta ley se nos debía como seres humanes"

Se cumplen 10 años de la Ley de Identidad de Género donde se reconoce el derecho a la identidad de todas las personas a ser reconocidas tal cual se autoperciben.

Hoy se cumple un aniversario más de la Ley N° 26.743 de Identidad de Género donde se contempla que las personas trans (travestis, transexuales y transgéneros) puedan ser inscriptas en sus documentos personales con el nombre y el género de su elección. Se ordena también que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio, lo que garantiza una cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público como privado.

Argentina fue precursora en la sanción de esta norma, donde se tenía en cuenta y priorizaba una perspectiva jurídica de inclusión y el acceso a derechos inalienables-como el de la identidad y el acceso integral a la salud-.

Una referente en el ejercicio de derechos de género en Catamarca

Blasia Goméz Reinoso es una supervisora docente jubilada y fue una pionera en materia de DD HH en nuestra provincia. Fue la primera en contraer matrimonio igualitario y posteriormente su cambio de género. En el 2021, también fue la primera mujer trans en ser precandidata a una intendencia en Catamarca.

Blasia tiene una larga trayectoria como docente.

"Estoy feliz y viva, con mi DNI y me cambio de género. Estoy jubilada y llena de vida para disfrutar y solidarizarme con muchos que por ahí le cuesta.  Por eso creo que debemos seguir nuestras más íntimas convicciones, cualquiera sea la vida que uno elija o las elecciones que uno tenga", expresa Blasia.

Según un comunicado elevado por la OEA a través del Registro de Violencia, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) observó que el 80% de los asesinatos de mujeres trans que aparecen en el Registro tenían 35 años de edad o menos. El promedio de expectativa de vida de las mujeres trans en América Latina es de 35 años, lo cual refleja que muchas mueren asesinadas. Se encuentra un estrecho vínculo entre exclusión, discriminación y la corta expectativa de vida de las personas trans. La violencia y la discriminación contra niños, niñas y jóvenes trans inicia a temprana edad, ya que generalmente son expulsadas de sus hogares, colegios, familias y comunidades, como consecuencia de expresar sus identidades de género diversas. Como resultado, las personas trans enfrentan pobreza, exclusión social y altas tasas de inaccesibilidad a la vivienda, presionándolas a trabajar en economías informales altamente criminalizadas.

Una activista multitasking

Vida Ignes es activista, tallerista, acter y coordinadora teatral en el grupo "Retazos". Ha participado en diferentes actividades y movilizaciones por la lucha de derechos territoriales y de género.

Vida explica que en su experiencia la ley no es contemplada en prácticamente ninguna de las instituciones a las que ha concurrido. Situación a lo que le han respondido que es algo "normal" y que se trata de un proceso social que debía esperar-desde su aprobación- hasta que todas las personas sean capacitadas y puedan ser "contemplativas".

Vida Ignes es una activista vigente en torno a los derechos humanos.

"Pasaron 10 años y siguen algunas cosas que se deberían haber resuelto. Como por ejemplo cuando tenés un nombre autopercibido es suficiente para que ese nombre te pertenezca, bueno esto no pasa en ninguna institución, para que hablar del poder judicial donde no tienen ningún trato con perspectiva de género”, manifiesta Vida.

Se pone en juego también que a pesar de que la ley es novedosa para nuestro contexto socio-político, se generan en su uso vacíos legales. Ignes plantea que más allá de cambiar su DNI el Estado no se hace cargo del traspaso del nombre real y autopercibido a las otras instituciones como el banco, ANSES y demás lugares de lo que se forma parte como ciudadano.

10 años después... ¿Cuál es el camino que queda?

Es importante destacar que esta ley-junto a muchas otras- ha nacido a partir de la lucha y la persistencia en la militancia de los diferentes colectivos que conforman la comunidad LGBTQI+. Queda aún un camino largo en torno a la conquista de derechos y su fehaciente cumplimiento- no sólo por parte de las instituciones sino de toda la ciudadanía-. Pero no deja de ser una reglamentación que viene ampliar las libertades de desarrollo humano y a proteger el desarrollo individual de las identidades.

“Todavía vivimos en una sociedad bastante conservadora, donde todavía la religión pesa en la conformación de las subjetividades de las personas. Entonces para nosotres es la mayor herramienta con la que contamos para podernos hacer valer, visibilizarnos y estar orgulloses por quienes somos y lo que conseguimos. Es importante el hecho de que todo esto se plasme en un plástico que diga el nombre con el que nos percibimos y que nadie pueda decirnos nada respecto a esto", concluye Vida Ignes.