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En Catamarca no le daban esperanzas y viajó a San Juan por un milagro

Viajó desde Catamarca hasta San Juan para evitar lo peor.

Por Marcelo Sosa

Un diagnóstico desgarrador cambió la vida de Luis Alberto Espeche para siempre: el hombre padecía una enfermedad que dificultaba la irrigación de sangre hacia sus extremidades inferiores; la decisión para tratar este diagnóstico: la amputación.

La amputación "es el corte y separación de una extremidad del cuerpo mediante traumatismo o cirugía"

Espeche, de 72 años, oriundo de nuestra provincia, se enfrentó a dos posibilidades sobre el cuadro que afectaba su pierna: sobrellevar la enfermedad con el uso de antibióticos o someterse a una cirugía para evitar el avance de la infección.

Si bien ya padecía un cuadro en el cual sus arterias inferiores estaban obstruidas, una lastimadura que desencadenó una infección grave fue el detonante.

Un viaje esperanzador

Su familia comenzó a buscar otras opciones para no someterlo a una amputación, pero el pronóstico no era esperanzador. Sin embargo, su hija, Analía, quien comenzó a buscar otras opciones en las redes sociales, dio finalmente con un tratamiento en la provincia de San Juan que aseguraba un procedimiento menos drástico.

Fue así como la familia se contactó con la Dra. Carmen Nievas Romano, presidenta de la Fundación CenCor, una organización “sin fines de lucro dedicada a trabajar, principalmente con la comunidad, en materia de prevención, rehabilitación y tratamiento de enfermedades cardiovasculares y enfermedades no transmisibles”, según su página oficial. 

Lo que antes era un panorama desolador, un viaje a la provincia cuyana renovó las esperanzas de la familia Espeche.

Luis fue operado de inmediato y a los días ya había comenzado la rehabilitación para mejorar la circulación de su pierna, además de incorporar una rutina de ejercicios y cambiar radicalmente su alimentación.

Luego de la tormenta

Su hija agradeció al personal médico y manifestó que en la Fundación CenCor se dieron “con un grupo de personas, tanto el personal médico como el administrativo, con una gran calidad humana y muy atentos a todas las necesidades de mi papá, tanto antes de la cirugía, como durante las dos semanas posteriores durante su rehabilitación”.

Ahora, Luis y su familia mantienen un contacto permanente con la Fundación y con la Dra. Nievas Romano para realizar un control periódico sobre su evolución. A pesar de haber tenido un diagnóstico sumamente doloroso, fue gracias a la perseverancia, y con un poco de ayuda de las redes sociales, lo que lo llevó a Luis a salir adelante.