Actualidad

Avanza el proyecto de revalorización de la Vega Trapiche en Antofagasta de la Sierra

El proyecto de revalorización de la Vega Trapiche, en Antofagasta de la Sierra, arroja resultados positivos en su tercera etapa, con la expansión notable de vegetación autóctona en la zona.
Por Lourdes Costanzo

El proyecto de revalorización de la Vega Trapiche en Antofagasta de la Sierra, alcanzó un hito significativo en su tercera etapa, con la exitosa implantación de vegetación autóctona. En el marco de la campaña 2022, se trasplantaron 984 champas en 4 parcelas, algunas de las cuales se rescataron de la construcción de la Berma, ubicada entre la vega de Orilla de la Salina y el espejo de Laguna Nueva.

Durante el pasado mes de abril, se llevó a cabo un monitoreo y observación del crecimiento de las champas implantadas durante la campaña 2022, revelando una expansión claramente visible. El informe técnico del licenciado en Biología, Roberto Salinas, destacó el proceso de restauración de la fisonomía de una Vega altoandina como un éxito, gracias a la metodología de implante y la selección de especies adecuadas.

El informe final resalta que en noviembre de 2020 se estableció una parcela de ensayo y se implantaron champas de diferentes especies. Posteriormente, la Etapa I del proyecto de Revalorización de la Vega del Río Trapiche, en agosto de 2021, marcó el inicio del cercado perimetral de la vega, y se concluyó formalmente en agosto de ese mismo año.

La Etapa III, dirigida por Salinas y la Empresa Livent, llevada a cabo en enero y octubre de 2022, implicó el trasplante de champas de ejemplares de especies en floración desde vegas cercanas, con una cobertura más densa y una segmentación de las especies desde los márgenes hacia el centro de la vega. El objetivo era acelerar el proceso natural de distribución de semillas.

El resultado exitoso del proyecto de revalorización de la Vega Trapiche permitió la restauración de un perfil de vegetación típica de las vegas altoandinas. El informe subrayó que la técnica de enchampe con suministro constante de agua y la extracción de la turba remanente desde 1999 hasta 2022 demostraron ser el método más efectivo para lograr la restauración de estos ecosistemas altoandinos y su vegetación característica.