Era de noche, y un móvil de la Gendarmería Nacional se acercaba a la casa del Trader God. Allí estaba él, en su domicilio de calle Henry Saint Clair, ubicado en la zona alta de la ciudad. Finalmente no pudo desbloquear las cuentas. Por consiguiente, el juez dispuso dejar sin efecto la prisión domiciliaria, esa que tanta polémica había generado, ya que se cumplió la prórroga de 72 horas y el inconveniente no se pudo subsanar.
Edgar subió al vehículo y fue trasladado a la sede de la Policía Federal, donde aguardaría que salga el sol para ser trasladado a la cárcel, ya que en el Servicio Penitenciario Provincial no aceptan ingresos en horarios nocturnos. Una vez que la hora fue prudente, alrededor de las 10 de la mañana, subió una vez más a un móvil, pero en esta oportunidad fue transportado bajo custodia al lugar donde permanece actualmente: el Penal de Miraflores.
Llegó a las 10:20, se registró su ingreso y Adhemar Bacchiani fue sometido a estudios médicos que resultan habituales para todas las personas que ingresan a la penitenciaría de Capayán, ya que es parte de una rutina obligatoria. Por este motivo, los profesionales médicos lo revisaron y reconocieron su admisibilidad. Luego, fue despojado de todos los elementos materiales que poseía y conducido a un pabellón de admisión.
El Trader God se encuentra allí en este momento. Esperando. Debe aguardar una semana, o tal vez un poco más, para ser alojado en otro pabellón acorde a su situación legal. Mientras tanto, continúa a la expectativa, a la vez que es asistido por profesionales.