Catuchas

Así es la vida de una taxista catucha: "No creo en el género, somos todos iguales y tenemos las mismas capacidades"

Aprendió a manejar a los 9 años porque le encantaba la ruta. La mujer se abre paso en una profesión con mayoría de hombres.

Romina Dahbar es una taxista de la Capital. Una de las pocas mujeres en la ciudad que se dedican a esta profesión. Aprendió a conducir a los 9 años gracias a su papá, quien era camionero y la llevaba de viaje. Ahora maneja el taxi de su padre, de avanzada edad, quien le brinda consejos basados en su amplia trayectoria al volante

En diálogo con TVEO, brindó detalles sobre su experiencia como conductora, su niñez y juventud, la libertad que le permite no tener hijos y la solidaridad de sus colegas varones.

Destacó la importancia de que las mujeres se animen a realizar todo tipo de actividades, incluyendo la conducción. Sostuvo que no es común ver una choferesa en Catamarca.

"Yo aprendí a manejar a los 9 años. Tengo papá camionero. Toda la vida me encantó, él nos llevaba de viaje, a mí siempre me llamó la atención. Me encantó todo el tema de la ruta, de cómo manejaba él", manifestó la mujer.

"A partir de los 13 años empecé a manejar el auto de la familia. La llevaba a mi mamá. Sé que es ilegal. Pero lo hacía porque no había más quien maneje en casa. Papá tuvo un problema con los camiones, así que se tuvo que dedicar al taxi. De hecho el taxi que manejo es de él y por el COVID quedó medio complicado, es viejito", expresó Romina.

"Él siempre está dándome consejos, obviamente, porque él tiene muchísima experiencia, muchísimos años en este rubro. Siempre aconsejando para que maneje bien, para que brinde un buen servicio. Yo estoy hace 2 años en el auto. Hace 13 años atrás también me subí en una época. Bueno, después me bajé porque me quedé en la casa", indicó.

"Todos los pasajeros, tanto hombres como mujeres, siempre tienen la curiosidad, me van preguntando qué se siente ser mujer y manejar, cómo hacés con tus hijos. Yo no tengo hijos así que yo tengo la libertad por ahí de estar más horas en el auto. Otras compañeras tienen que llegar a casa y atender a la familia y todo eso. La primera licencia que tuve fue a los 18 años porque obviamente me permitía, pero fue la licencia común, la que tenemos todos. A partir de los 21, que tuve que hacer la renovación, ya lo hice profesional", reveló Dahbar.

"En la empresa somos un montón de móviles, la mayoría está manejado por hombres, somos 3 mujeres en la empresa en la que trabajo y es excelente. Son todos muy solidarios, son súper atentos. En algún punto de la ciudad donde no me siento segura o cosas así, ellos van a ayudar. En ese sentido son súper solidarios, no tengo ninguna queja", sostuvo.

"Yo me levanto a las 6 de la mañana, preparo lo que tengo que preparar en casa y salgo en el auto a ver qué me depara el destino. Hay días que son muy buenos, tenemos recaudación. Hay días que son malísimos. Y bueno, siempre te vas, no sé, topando con cosas que tenés que resolver ahí en el momento. Yo no creo en el género, o sea, somos todos iguales, todos tenemos las mismas capacidades", aseguró la taxista catucha Romina Dahbar.