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El Obispo celebró la Santa Misa de Navidad en la cárcel de Miraflores

Esta mañana el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, presidió la Misa de Navidad en la capilla de la cárcel de varones de Miraflores, departamento Capayán.
Por Lourdes Costanzo

La misa fue concelebrada por el capellán del Servicio Penitenciario Provincial, padre Dardo Olivera. También lo acompañó el párroco de Santa Ana y San Joaquín, presbítero Eduardo Navarro.

En su homilía Mons. Urbanč se refirió al misterio de la Navidad que comienza con “el Sí de María. El cual es dado desde la fe, y la fe es creer, es aceptar a otro que me dice algo. Por eso San Pablo le llama la obediencia de la fe. Así comienza la historia de la Salvación, con la obediencia humilde, generosa y arriesgada de la Virgen. Porque creer siempre es un riesgo, y María se arriesga a creer y en ello empeña su vida”.

“Hoy estamos recordando ese nacimiento humilde, pobre, sencillo, desconocido, incluso despreciado, porque la gente de Belén no fue capaz de darle alojamiento a una mujer que estaba a punto de dar a luz... José tuvo que llevarla a una cueva donde se cobijaban los pastores, y ahí nació el Hijo de Dios, y ahí se unió a los vulnerables de este mundo”, expresó Mons. Urbanč.

En otro tramo de su mensaje manifestó que, a ejemplo de la Virgen María “todos nosotros podemos concebir a Jesús en el corazón, gestarlo día a día y alumbrarlo desde nuestro corazón”.

El obispo rogó a “la Santísima Virgen María y a San José que la bendición de esta Navidad sea para nuestras familias. Para que hagamos de ellas verdaderos nidos de amor, de respeto, de unidad, de verdad, luz, diálogo, comprensión, de perdón. Además que nuestras familias sean núcleos donde Jesús es acogido, amado y servido. Eso es lo que cambia el mundo”.