La injusticia lleva el nombre de Liliana Garabedian. Más de 12 años e innumerables intentos de impunidad no lograron amedrentar a una familia que contra todo, no baja los brazos.
Ayer la fiscal Yésica Miranda citó a indagatoria e imputó a Roberto Alejandro Barros, quien en vida fuera el esposo de Sonia Liliana Garabedian, y hasta entonces figuraba como querellante en la causa. Ahora será investigado por el delito de "abandono de persona seguido de muerte".
La noticia fue gratamente celebrada por la familia de Liliana, que desde su muerte indicó al ex esposo como uno de los principales sospechosos de su muerte. Sin embargo, la Justicia lo aceptó como querellante y nunca lo investigó.
“Hemos pedido el apartamiento de la querella de Roberto Barros y su posterior imputación por el homicidio de su esposa”, explicó el abogado Iván Sarquís en diálogo con TVeo Noticias, en tono optimista.
“Si bien la figura elegida por la fiscal es provisoria y no tiene absoluta vinculación con la mecánica de muerte que determinó tanto el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) como el equipo tanatológico de Gendarmería Nacional, sí vemos con buenos ojos el apartamiento de la querella del sospechoso. Nos va a permitir avanzar en la pesquisa y poder definir si es que efectivamente tuvo una participación criminal en el deceso de Liliana”, explicó el abogado de la familia.
Injusticia catamarqueña
Para el abogado Sarquís, es el primer paso hacia la búsqueda de Justicia que se da en 12 años.
“Por suerte hemos conseguido cierta permeabilidad por parte de quien es el juez de control de Garantías, el juez Maidana, quien ha resuelto rechazar el pedido de archivo que había solicitado en su momento el fiscal Felsztyna, en un dictamen al que considero bochornoso”.
“Esta es la oportunidad que tiene la justicia catamarqueña para reivindicarse y levantar la puntería, puesto que fue cómplice del encubrimiento del homicidio de Lily”.
“Este cambio en poco tiempo no ha arrojado resultados absolutamente positivos y ha quedado demostrado que todo este tiempo hubo falta de voluntad de quienes fueron los encargados de llevar adelante esta investigación. Una vez que llegó el funcionario adecuado, empezó a caminar”, concluyó.
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