Opinión

En la interna peronista, el primer round fue para Corpacci

El ámbito de la rencilla es la Cámara de Diputados de Catamarca, donde el sector que orienta la exgobernadora tiene mayoría.
Por Marcelo Sosa

La designación de Ramón Figueroa Castellanos, corpaccista de la primera hora, al frente de la estratégica comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados de la Provincia, configura una señal clara de la mayoría peronista al sector encolumnado detrás del gobernador Raúl Jalil.

El jalilismo o la Renovación Peronista pretendía ubicar al frente de esa comisión a Gustavo Aguirre, exministro de Seguridad de la Provincia y antes secretario de Gobierno de la actual gestión de Gustavo Saadi en el municipio capitalino.

Desde el punto de vista formal, lo más lógico era que el cargo sea para Aguirre, que es abogado, y no para Figueroa Castellanos, un médico neurólogo que pasó por el PAMI Catamarca, el Ministerio de Salud y fue senador de la Capital. Porque es una tradición política e institucional que cada presidente de una comisión tenga una afinidad o perfil profesional específico con el área de trabajo legislativo que se trate.

Asuntos Constitucionales cobra un valor adicional en esta instancia: esa comisión debería aprobar o rechazar la suspensión de las PASO provinciales en 2023, si es que realmente el gobernador Jalil decide avanzar con esa idea que lanzó, a modo de sondeo de opinión interno, tres meses atrás. A su criterio, sumar una contienda electoral más no solo es onerosa para el erario provincial, sino que además aumenta el agotamiento cívico.

Herramienta democrática

Si bien aún no está descartada, la reacción en el oficialismo fue contraria a la modificación. Tanto la senadora nacional y presidenta del PJ, Lucía Corpacci, como el intendente Saadi se manifestaron a favor de la continuidad de las PASO. Argumentaron que se trata de una valiosa herramienta de democratización política.

Lo mismo opinó la oposición de Juntos por el Cambio, aunque obviamente con adjetivos más severos. Por caso, el diputado nacional y presidente de la UCR, Francisco Monti, rechazó el intento del Gobierno de “manipular las reglas de la democracia” de acuerdo con los intereses del oficialismo. “Está claro que Jalil no ha respetado nunca la institucionalidad de la provincia, fustigó.

Sin PASO, los partidos políticos se verían obligados a realizar elecciones internas para cargos provinciales o bien dejar la conformación de las listas en manos de las controvertidas “mesas chicas” o “de consenso”, donde los nombres surgen por manejos de las mayorías partidarias y no por elección de los ciudadanos.

Pero por ahora solo hay especulaciones. El Poder Ejecutivo no alumbró ningún proyecto de modificación del sistema electoral y es de prever que no lo haga, dada la resistencia que la iniciativa de Jalil generó en sus filas partidarias. El método de lanzar una propuesta audaz y esperar la reacción se ha convertido en un clásico de la gestión Jalil. Lo aplica tanto adentro como afuera del Gobierno. El famoso “si pasa, pasa”.

Está claro que Jalil no ha respetado nunca la institucionalidad de la provincia

Francisco Monti, presidente de la UCR

Mientras tanto, el denominado “corpaccismo duro” en la Cámara baja le mandó un claro mensaje al primer mandatario: si quiere cambiar las reglas de juego, debe tomar nota de que Asuntos Constitucionales no se prestará. Entre corpaccistas y opositores, hay mayoría absoluta. En esta cuestión la coincidencia es evidente.

Por otro lado, la interna oficialista representa también una rencilla de posicionamiento con miras a las nóminas de candidatos para el año que viene. Más allá de que Corpacci se pronunció a favor de la reelección de Jalil, su “tropa” quiere asegurarse los casilleros que considera de legítima pretensión en función de un esquema político donde ella, al igual que Cristina Kirchner, siguen siendo las grandes electoras peronistas en la provincia y el país.