A 11 años de la tragedia ocurrida en El Rodeo, que dejó un saldo de víctimas fatales y múltiples secuelas físicas y psicológicas, el abogado Gerardo Romero Agüero, quien representó a las familias afectadas, ofreció una emotiva reflexión sobre el proceso judicial y su propia vivencia personal.
En una reciente entrevista, Romero Agüero detalló el largo y frustrante recorrido legal que enfrentaron las víctimas, así como la impotencia que sintió al ver cómo la causa fue finalmente declarada prescripta, lo que resultó en la impunidad de los responsables.
Romero Agüero fue el abogado de varias familias que perdieron seres queridos en la tragedia, entre ellas las de Sergio Díaz y Jerónimo Ahumada. A pesar de la acumulación de pruebas, testimonios y pericias, el proceso judicial no llegó a una resolución concreta.
El caso, que alcanzó más de 21.000 fojas, se cerró debido a la prescripción de la causa, lo que significó que, tras años sin una sentencia, el caso quedó sin consecuencias legales. El abogado expresó su frustración ante el hecho de que, a pesar de las evidencias que apuntaban a la responsabilidad de los funcionarios, la justicia no actuó y el caso terminó en el olvido.
Aunque el desastre fue causado por un fenómeno natural (un alud), Romero Agüero destacó que muchas de las víctimas no habrían sufrido las consecuencias fatales si los responsables hubieran cumplido con sus deberes. Según el abogado, la negligencia en las labores preventivas, como el mantenimiento de los ríos y la instalación de sistemas de alerta temprana, pudo haber evitado muchas muertes.
Además, las víctimas no solo fueron las personas que perdieron la vida, sino también aquellas que quedaron con secuelas psicológicas y materiales, como la destrucción de viviendas y vehículos.
La vivencia de Romero Agüero, quien también fue víctima de la tragedia, le dejó una marca imborrable. Recordó cómo, en su intento por encontrar a su hija, fue arrastrado por un alud de lodo que lo desplazó varios metros. Aunque salió ileso, la escena fue tan impactante que comparó la experiencia con estar en una zona de guerra.