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Sigue la búsqueda de los prófugos de Liniers: se cumplieron las primeras 24 horas de la fuga

Pasaron 24 horas de la fuga de los presos. Atraparon a 2 de los 17 que lograron burlar la seguridad de la Alcaidía N°9, en el barrio porteño de Liniers.
Por Redacción Inforama

La fuga masiva de 17 presos de continúa generando tensión y polémica a más de 24 horas del escape. Hasta el momento, solo dos de los presos fueron recapturados: Jorge Alet, de 33 años, y Axel Romero, de 21, ambos detenidos por robo. Sin embargo, 15 reclusos con antecedentes graves siguen prófugos y son intensamente buscados en un operativo conjunto de fuerzas de seguridad. 

El escape, que incluyó la perforación de un boquete, puso en jaque a las autoridades porteñas y motivó la remoción del jefe y subjefe de la Policía de la Ciudad. En una conferencia de prensa, el ministro de Seguridad de la Ciudad, Waldo Wolff, presentó a las nuevas autoridades: el Comisario Mayor Diego Casaló y la Comisaria Mayor Carla Mangiameli. 

“Estos cambios no solo son en la cúpula, sino también en la plana mayor, y los definiremos en las próximas horas. Aunque enfrentamos sobrepoblación, nuestra obligación es garantizar la seguridad de los vecinos. Nos hacemos cargo y seremos inflexibles”, expresó Wolff, visiblemente molesto por la situación. Además, cuestionó la demora en la respuesta policial: “No se pueden fugar 17 personas a través de un boquete y enterarnos dos horas después”. 

La División Unidad Táctica de Intervenciones en Alcaidías (DUTIA) intensificó los controles y requisas para evitar nuevos incidentes, mientras que la Policía Federal y los Ministerios de Seguridad de la Ciudad y de la Nación trabajan en la búsqueda de los prófugos. 

Por su parte, el Fiscal General de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, instruyó a la fiscal Lorena San Marco para investigar la posible connivencia dentro de la Policía de la Ciudad y esclarecer las responsabilidades detrás de la evasión masiva, informó el sitio Noticias Argentinas.

El hecho, ocurrido en la víspera de Navidad, dejó al descubierto problemas estructurales como la sobrepoblación en las alcaidías y la necesidad de mayores controles internos, desatando un escándalo que sigue escalando en el ámbito político y de seguridad porteño.