La mujer de 92 años era oriunda de la cordillera de Buenaventura y había sufrido un ACV isquémico, el segundo en menos de cuatro meses, por el que debió ser trasladada a la Capital para recibir la atención médica necesaria.
Su primer ACV fue a finales de febrero, ocasión en la que también debió ser trasladada de inmediato a San Fernando del Valle para recibir atención.
En aquella instancia, fue tratada por un fonoaudiólogo y un neurólogo debido al impacto neurológico que le afectó el habla y dejó comprometida su salud.
Mamaní vivió gran parte de su vida en el cerro San Buenaventura, en Río Grande, al norte de Fiambalá, una zona de difícil acceso y a ocho horas a lomo de mula. Después de que su salud se volviera frágil debió residir en Fiambalá con su sobrino Eusebio Eugenio Mamaní, quien la acompañó en las internaciones.
Su estado generó gran preocupación en la comunidad que la considera un símbolo vivo de la cultura diaguita, por lo que tras conocerse la noticia las condolencias de la sociedad no se hicieron esperar y colmaron las redes sociales.
Entre ellos, la exgobernadora y senadora nacional Lucía Corpacci compartió un mensaje a través de X: "Descansa en paz querida Lorenza".
Descansa en paz querida Lorenza. pic.twitter.com/QqOrBM1uMV
— Lucía Corpacci (@LuciaCorpacci) September 2, 2024