Oscar Ramírez, padre del oficial asesinado, expresó su frustración y preocupación ante la solicitud de libertad presentada por la defensa del acusado, Ávalos. "Nos hemos organizado con la familia para pedirle al juez que no acepte el petitorio del abogado defensor de Ávalos", comentó Oscar, cuestionando las garantías que ofrecería la justicia en caso de conceder la libertad domiciliaria al acusado.
Oscar, con un trasfondo en las fuerzas policiales, argumenta que Ávalos tenía pleno conocimiento y capacitación en el manejo de armas, lo que agrava la situación. "Ávalos es un oficial de policía e integrante de un grupo especial, estaba capacitado para manejar todo tipo de armas", afirmó Oscar, subrayando que el asesinato de su hijo fue premeditado. "Él sabe el manejo de armas, lo que hizo fue un homicidio, no puede calificarse de otra manera", agregó.
La experiencia de Oscar en la policía le otorga una perspectiva clara sobre el caso. "Yo fui un integrante de la fuerza durante casi 20 años y conozco los procedimientos y las medidas de seguridad", explicó. Según Oscar, el disparo que mató a su hijo no fue un accidente, sino un acto deliberado violando las normas básicas de seguridad en el manejo de armas. "Mi hijo tenía un tiro entre los ojos, eso no lo hace alguien sin conocimiento", señaló con indignación.
Oscar también criticó la falta de comunicación y apoyo por parte de las autoridades judiciales. "Cada vez que tratan el tema de mi hijo, yo no estoy presente. Presenté un abogado para ser querellante y lo han denegado", lamentó. Esta exclusión le deja en el aire y dependiente de la información que pueda obtener a través de su nuera, quien también enfrenta dificultades para mantenerse informada.
El dolor de Oscar es palpable cuando compara su situación con la de la familia del acusado. "Ellos lo tienen vivo, pueden visitarlo todos los días. Yo a mi hijo no, ni abrazarlo. ¿Qué quieren pedir de nosotros?", expresó con tristeza. Oscar insiste en que la justicia debe actuar con firmeza y no dejarse influir por la defensa del acusado. "Ese tipo no merece estar en libertad. Le corresponde perpetua", afirmó con convicción.
La exigencia de justicia de Oscar Ramírez es clara y contundente. Pide que se reconozca la gravedad del delito y se actúe en consecuencia. "Los compañeros de Ávalos deben decir la verdad. No les pido que le quiten ni que le agreguen nada, sólo que digan lo que sucedió", concluyó.