La jueza Patricia Olmi dictaminó una condena a diez años de prisión para un individuo culpable de abuso sexual perpetrado en Andalgalá.
Los delitos imputados incluyeron abuso sexual simple doblemente agravado por ser encargado de la guarda y por la convivencia, así como abuso sexual simple agravado por la guarda.
El proceso inicialmente estaba destinado a ser juzgado por un jurado popular, pero las partes acordaron someterse a un juicio abreviado. El fiscal de Cámara, Miguel Mauvecín, el abogado defensor, Lucas Rodríguez, el propio imputado y la asesora de Menores, Carolina Acuña, consintieron esta decisión.
Durante el juicio, se expusieron pruebas contundentes que respaldaron las acusaciones de abuso sexual perpetrado por el sujeto condenado. Estos hechos aberrantes ocurrieron en Andalgalá.
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