El Ministerio de Salud anunció un ahorro de $140 mil millones mediante cambios administrativos y reducciones de gastos. El titular de la cartera, Mario Antonio Russo, implementó estas medidas tras una auditoría interna que habría detectado una serie de irregularidades y gastos superfluos.
La auditoría habría revelado la existencia de programas redundantes, asignación de subsidios al sector privado por un monto de 65 mil millones de pesos, así como una estructura política inflada y gastos que no estaban alineados con las prioridades sanitarias del país.
Entre las decisiones tomadas se destaca la eliminación de subsidios a empresas privadas, la reducción del 60% de la planta política y la cancelación de contratos con consultores. Además, se desafectaron 48 unidades móviles y se dieron de baja contrataciones vinculadas al Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), generando un ahorro de más de 1000 millones de pesos.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, destacó que estas acciones son parte de un proceso de desarmado del "Estado empobrecedor" que prevaleció en años anteriores. Señaló que muchas de las decisiones tomadas en el pasado no estaban respaldadas por criterios científicos o económicos sólidos, lo que resultó en un derroche de recursos y un impacto negativo en la población.