Los estruendosos petardos y cohetes de la pirotecnia, arraigada tradición festiva, se convirtieron en una pesadilla para las mascotas catamarqueñas durante la Nochebuena. Entre los más afectados se encuentran los perros, cuyas reacciones van desde esconderse y temblar intensamente hasta huir y desorientarse por completo.
En medio del caos de ruidos incomprensibles, las mascotas experimentan una ansiedad que va más allá del simple malestar. Desconocen el origen de los sonidos ensordecedores, buscando refugio para huir de una fuente invisible de estrés. Este sufrimiento emocional, sin embargo, desencadena un problema más grave: las desapariciones.
Año tras año, la Nochevieja deja un rastro de casos de mascotas extraviadas. Los perros, presos del pánico, escapan sin rumbo, desorientándose en su intento de evadir el estruendo. Tristemente, este año no fue la excepción y estos son algunos de los animalitos extraviados:
- En primer lugar, tenemos la búsqueda de MORO.
- Un perrito extraviado en Zona Norte.
- Otro perrito extraviado fue Baloo
- Dianna también se encuentra fuera de su hogar.
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