En medio del murmullo que provoca la multitud que recorre los pabellones de artesanías, se oyen sonidos, timbres y tonos llamativos. Son los artesanos de instrumentos, los luthieres, que muestran a quienes se acercan a conocerlos, los sonidos que provocan estas obras únicas. La música, ese lenguaje universal, se hace presente más allá de la belleza estética de un bombo, una guitarra o una quena, y viaja por el aire de la Fiesta del Poncho.
Este año, el primer premio en el rubro Instrumentos musicales lo ganó Germán Di Mauro, de Carlos Paz, Córdoba. Este luthier que participa por primera vez de la Fiesta del Poncho fue premiado por una de sus guitarras de media caja, de tapa de abeto alemán, cuerpo de ciprés, mástil de cedro y lapacho, diapasón de moradillo, puente de palisandro y ebano y trastes de alpaca. En su puesto también ofrece otros instrumentos como charangos, triple colombiano, y guitarras viajeras.
Otro producto llamativo de su stand son las guitarras miniatura, réplica en cuanto a materiales y diseño de las guitarras de tamaño standar. Además, también se pueden obtener en su stand las ecopúas, accesorio de madera que sirve para tocar las cuerdas de las guitarras o los bajos. Las hay en gran variedad de maderas, algarrobo, ébano, olivo, nogal, entre muchas otras. El artesano cuenta que la idea se le ocurrió una vez que tenía que tocar el bajo con su banda de heavy metal y como no tenía tiempo de entrar en calor, se fabricó la primera de tantas otras púas de madera. Con el tiempo, el producto se instaló y llegaban desde todas las provincias a buscar el famoso accesorio al puesto de su feria en Villa Carlos Paz. El sonido que se obtiene con su uso es un intermedio entre el que se produce con los dedos y las púas plásticas.
Di Mauro cuenta que a pesar de elaborar instrumentos profesionales de concierto, busca que su trabajo se accesible. A través de la selección de maderas logra ofrecer opciones alcance de la mano de quienes cuentan con un presupuesto reducido para alcanzar el sueño del instrumento propio.
Los instrumentos de cuerda pulsada y frotada también tienen lugar en este Poncho 2023. En el stand de Germán Imhoff se observan violines y violonchelos. Este luthier fue doblemente premiado en esta edición de la fiesta más grande de los catamarqueños. Con su ukelele de fondo tapa y fajas de mango y diapasón y puente de guayacán, obtuvo la Primera Mención en el rubro Instrumentos. Además, este artesano recibido en la Universidad Nacional de Tucumán y radicado hace 3 años en Andalgalá, también obtuvo el premio Artesano Revelación.
Desde Brasil, Sao Paulo, llega la propuesta de Coisa Hara, de Guilherme Alexandre Hara. Entre las tantas opciones que se observan en su stand hay maracas, silbatos, muñequeras de semillas de tevequia similares a las pezuñas de cabra típicas del noroeste argentino. Este proyecto musical también incluye la medicina sonora y las meditaciones, que son realizadas con el acompañamiento del sonido y las vibraciones de las kalimbas que se ejecutan apoyándolas en el cuerpo y provocan una agradable relajación. También hay instrumentos poco vistos por estos pagos como el n`goni, un instrumento de cuerda de origen africano o los tambores parlantes o dondó. No se puede dejar de mencionar los instrumentos de viento como el saxo y la trompeta, logrados a partir de materiales como madera, cañas o semillas, y con un sonido más que interesante.
Dos salteños integran el grupo de propuestas de instrumentos en los pabellones de artesanías. Federico Coro, otro luthier también premiado en ediciones anteriores del Poncho, ofrece bombos, guitarras, charangos y ukeleles. Por su parte, José Gómez ofrece bombos y cajas de diversos tamaños, así como también los bombos compactos, que suenan con solo un aro y un cuero, y son ideales para quienes necesitan un instrumento de fácil traslado.
También en este rubro está PMG Bombos, de Pablo Guardiero. El proyecto está dedicado exclusivamente a esta opción de bombos compactos, o viajeritos, como él les dice. Desde Morteros, provincia de Córdoba, se suma a esta edición del poncho con sus instrumentos, los estuches y las baquetas necesarias para su ejecución.
Estas y muchas otras opciones se pueden encontrar en los pabellones de artesanías, y son fáciles de identificar ya que la mayoría de los luthiers hacen sonar sus instrumentos para quienes se acercan con curiosidad a conocer el sonido único de cada pieza.