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Insólito: 200 cisnes se volvieron adictos a la amapola y dejaron de volar

Dentro del reino animal es normal que los ejemplares de algunas especies tengan preferencia por un selecto grupo de alimentos y los consuman en mayor proporción. Pero nunca se ha visto un caso como el de Eslovaquia, donde los cisnes se volvieron adictos a la amapola. 

Así es. Un equipo de granjeros se percató de que 200 aves no salían de su cosecha de amapola y, cuando se acercaron a evaluar la situación, descubrieron todos los detalles de esta situación. 

Además, como los animales habían perdido su capacidad para volar, debieron contactar a expertos para evitar mayores daños en sus campos, así como también un incremento en el fallecimiento de las aves. 

Por razones desconocidas, un enorme grupo de 200 cines llegó a un campo de cinco hectáreas ubicado en Eslovaquia y, tras descubrir una gran cosecha de amapolas, se instaló definitivamente. 

Sucede que el fruto de esta planta es adictivo. Entonces, al igual que sucede en los humanos, estos animales lo probaron y no pudieron detenerse en ningún momento. Tal es así que, lamentablemente, muchos fallecieron de sobredosis.

¿Cómo lograron retirar a los cisnes del lugar? 

Ante la alarmante presencia de los cisnes en el campo de amapolas de Eslovaquia, los granjeros intentaron ahuyentar a las aves con diferentes técnicas. Sin embargo, todo fue en vano porque ninguna era capaz de volar. 

Sucede que los efectos analgésicos y antidiarreicos que habían sufrido por el consumo de amapolas afectaron su organismo a tal punto que anularon las habilidades de los cisnes para despegar del suelo. 

En síntesis, la única alternativa fue contratar a un equipo de profesionales, que se encargó de retirar de forma manual a la gran mayoría de aves que aún permanecían con vida. Acto seguido, los rescatistas decidieron trasladarlas a otra localidad para iniciar un extenso proceso de desintoxicación. 

¿En qué condiciones quedó el campo de amapolas? 

Los cisnes adultos que avanzaron sobre la cosecha de amapolas tenían un peso aproximado de 14 kilogramos. Esto significa que, además de tener un gran apetito, destruyeron todas las plantas a su paso. 

Entonces, aunque ya fueron rescatados, su presencia ha generado una importante pérdida económica para el productor de estas plantas, que están posicionadas entre las más caras del mundo. 

Y, como si fuera poco, los seguros en Eslovaquia pocas veces cubren el daño ocasionado por animales sobre una cosecha. Por lo tanto, hay grandes posibilidades que ni las aseguradoras ni el Estado le proporcionen una compensación. 

Créditos: C5N y Billiken.

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