La provincia de Catamarca, en el noroeste argentino, es conocida por sus paisajes naturales de ensueño. Uno de los lugares más inhóspitos e inaccesibles de la región es Antofalla, una comunidad indígena del pueblo Kolla atacameño y comuna del departamento Antofagasta de la Sierra.
El nombre Antofalla proviene de la lengua nativa Kunza y significa "pueblo donde muere el sol". Llegar hasta allí es una verdadera aventura que implica trepar a las montañas hasta el Abra de los Colorados, a 4667 metros sobre el nivel del mar, por un camino que fue abierto recién en 1989. Pero el esfuerzo vale la pena para quienes deseen conocer un paisaje único en el mundo.
Atracciones
Antofalla se encuentra al pie del volcán del mismo nombre, un estratovolcán activo que es el tercero más alto entre los volcanes activos del planeta, con una altura de 6.437 metros. El volcán domina el largo Salar de Antofalla, que se extiende por 163 kilómetros en una estrecha cubeta a lo largo, desde el sur-sudoeste hasta el nornoreste. Es el más largo del mundo y su ancho nunca supera los 12 kilómetros.
El Salar de Antofalla es el mayor oasis en la Puna y es una de las principales atracciones de la zona. Sin embargo, su extremo sudeste es un lugar hiperárido con extraordinarias formaciones salinas terciarias que solo puede alcanzarse desde Antofagasta de la Sierra o bien desde territorio salteño siguiendo al sur del salar de Arizaro.
Dentro del salar, hay una formación de lagunas denominadas “Ojos de Campo”. Entre ellas, hay una que contiene aguas en color rojizo y otra zona de aguas termales, entre ellas las termas de Botijuelas, que son ideales para relajarse después de un día de caminata y exploración.
Antes de llegar a Antofalla, se tiene que atravesar el salar, lo que permite tener una vista espectacular del paisaje una vez llegados a la cima de las montañas. Sin embargo, el camino que conduce a Antofalla desde Antofagasta es muy angosto y solo está disponible para vehículos todo terreno.
En Antofalla no hay agua ni vegetación, solo formas caprichosas trabajadas por la erosión durante milenios, por lo que es recomendable llevar todo lo necesario para la estadía. Durante el invierno, las temperaturas pueden llegar a -15 o -20 ºC, por lo que es importante estar preparado para las condiciones climáticas extremas.
La comunidad indígena de Antofalla es muy hospitalaria y se dedica principalmente a la producción de artesanías en lana de llama y vicuña, una tradición que se ha mantenido por siglos. También es posible visitar el volcán Antofalla y disfrutar de una vista panorámica espectacular desde su cima.
¿Cómo llegar a Antofalla?
Para llegar a Antofalla, es necesario tomar un camino que parte desde la villa de Antofagasta, ubicada a unos 92 km al noroeste de la capital departamental. El camino es angosto y atraviesa la Puna argentina, llegando hasta el Abra de los Colorados a 4667 msnm.
Este camino fue excavado a mano por un poblador de Antofalla y luego fue arreglado por la empresa minera que trabaja en la zona, por presión de la población local. A pesar de que el camino puede ser difícil y peligroso, vale la pena la aventura para llegar a Antofalla y apreciar su belleza natural.
En definitiva, Antofalla es un destino turístico ideal para aquellos viajeros que buscan aventuras y desafíos en un entorno natural impresionante y poco explorado. A pesar de las dificultades que supone el acceso a la zona, la recompensa es la oportunidad de experimentar la belleza y la tranquilidad de la Puna argentina en su estado más puro. Si estás planeando un viaje a Catamarca, no puedes dejar de considerar Antofalla en tu itinerario. ¡Descubre la magia de este pueblo donde muere el sol!