Las quinta noche de la 51° edición de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho tuvo como característica el clima festivalero que generaron las propuestas musicales del riojano Sergio Galleguillo y el salteño El Indio Lucio Rojas, cuyas actuaciones ya se han transformado en un claro sinónimo de fiesta para el público catamarqueño.
El reconocido músico de La Rioja se ha convertido, a través del paso de los años, en una figura infaltable en el mayor festival folclórico de Catamarca a partir de la puesta en escena de un espectáculo que se nutre y tiene su esencia en la tradicional chaya. Está claro que para esa altura de la noche no faltó quien cantara sus canciones y que los pasillos del salón principal se llenaron de gente bailando, incluso hasta arriba del escenario. “Queríamos volver a este festival, que tanto bien nos hace. Solo le pido que lo cuiden y que siga creciendo como hasta ahora…”, expresó minutos antes de subir al escenario ese cantor popular.
Los exponentes de la música local también supieron aportar su talento en una noche muy especial del Poncho. Y así, lo demostró Alico Espilocín, cantor catucho que siempre le canta a su tierra y mantiene inalterable un sentimiento con profunda raíz folclórica.
La presencia femenina en el Escenario Mayor estuvo a cargo de la exquisita voz de Lorena Loy Carrizo, cantautora de Mutquín que va construyendo un nombre propio y comienza a transformarse -a través de sus diferentes composiciones- en una referente del folclore y la música popular de Catamarca.
El dúo conformado por Nelson Villagra y el eximio bandoneonista Omar Barrionuevo aportó experiencia en su clásico repertorio estructurado en el cancionero autóctono; mientras que Roxana Castro volvió a decir presente en el escenario mayor del festival con su particular propuesta basada en stand up.
El sobresaliente proyecto musical de Carafea le permitió al público comenzó a transitar el último tramo de la noche. Con canciones que la gente ya adoptó como propias, demostraron que se trata de una expresión artística que mantiene su esencia y que tiene muy en claro su horizonte musical.
En paralelo, los conjuntos de La Triada y Las Voces del Viento cumplieron con sus propuestas musicales y confirmaron, una vez más, porque ya cuentan con un nombre propio en el cancionero popular de Catamarca.
También brindaron su aporte a una noche particular de Poncho la Banda de Música de la Policía de Catamarca y el Ballet Piriqui Pérez, que fiel a su estilo aportó color con sus clásicas danzas nativas. A ellos se sumaron las delegaciones de Capayán y de Belén (más precisamente con expresiones folclóricas que propias de las jurisdicciones de la cabecera departamental, Londres y la Puerta de San José.