En un acto realizado en la UMET, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner asumió la conducción del Partido Justicialista (PJ) y lanzó duras críticas al modelo económico y político implementado por el presidente Javier Milei, calificándolo como un "ajuste violento" que, según señaló, tiene la aceptación de una parte de la sociedad.
Durante su discurso, Fernández de Kirchner cuestionó el régimen de inversiones del gobierno libertario, acusando a empresas radicadas en el país de cambiar su nombre y razón social para beneficiarse de este sistema. "Hay menos de 800 millones de dólares de inversión extranjera", afirmó, desestimando los resultados de las políticas económicas recientes.
En otro tramo de su intervención, la líder justicialista hizo referencia a la detención del senador Eduardo Kueider en Paraguay, calificándola como un hecho sin precedentes en la historia política regional. "No hay antecedentes de un legislador preso en Paraguay. Hay que analizarlo más allá de la moralina", sostuvo, subrayando el rol clave que tuvo Kueider en la aprobación de la Ley Bases impulsada por Milei.
Pese a las críticas, Cristina Fernández reconoció ciertos logros del gobierno libertario, como el blanqueo de capitales, que calificó como "mucho más exitoso que el de Macri". Sin embargo, no dejó de mencionar los efectos de la devaluación impuesta por el FMI al gobierno saliente tras las elecciones PASO de 2023. "Jamás deberíamos haber aceptado firmar con el Fondo en las condiciones que nos impusieron. Fue fatal para nuestro gobierno", expresó.
La asunción se dio tras la cumbre del PJ celebrada este lunes en Moreno, donde se congregaron referentes del peronismo como el gobernador bonaerense Axel Kicillof, el excandidato presidencial Sergio Massa, y el diputado nacional Máximo Kirchner. La acompañan como vicepresidentes del partido el senador José Mayans, la senadora Lucía Corpacci, el diputado Germán Martínez, la intendenta Mariel Fernández y el secretario general de SMATA, Ricardo Pignanelli.
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