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Poncho 2024, una fiesta que superó la prueba de la depresión argentina

Hoy concluirá la edición 53° de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho con sensaciones positivas en un sentido amplio. Desde el punto de vista de la convocatoria, se trata de la que más público tuvo desde su inicio. Y en cuanto al resultado para los expositores y comerciantes, las ventas fueron extraordinarias en la mayoría de los rubros. Algo bien sorpresivo si se tiene en cuenta la crisis económica que vive el país. Por supuesto, como siempre, quedan aspectos para mejorar, sobre todo en los servicios.

El primer dato que sobresale es la cantidad de asistentes. Según el director de Relaciones Institucionales de la Policía provincial, Diego Cervenik, desde que comenzó el Poncho se registró un ingreso diario al Predio Ferial de 100.000 personas, mientras que en lo que respecta a turistas llegaron hasta el jueves a la provincia más de 23.000 almas.

Noche inaugural de la Fiesta del Poncho 2024 en el Escenario Mayor.

Hasta ayer, sin embargo, el día que más concurrentes tuvo el evento fue el jueves 18, con más de 200.000 personas. Parte de la explicación fue que esa tarde actuó un popular grupo de cumbia cordobés en el Patio de las Provincias, donde los espectáculos son gratuitos. Además, el buen tiempo acompañó casi todas las jornadas del Poncho. Y no hubo viento, ese fastidioso y crónico “aliado” de la fiesta catamarqueña.

¿Cómo se midió la cantidad de público en esta edición del Poncho? El nuevo sistema de conteo involucró a la Policía con las cámaras del SAE 911 que están apostadas en el predio, además de los sistemas de conteo de aforo instalados en dos de los pabellones centrales y las encuestas de perfil de visitantes que realizan los estudiantes de turismo del IES Chavarría. El procesamiento de datos está a cargo de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNCA.

El público colmó el patio central del Predio Ferial.

Por otro lado, la ocupación hotelera en lo va de las vacaciones de invierno tuvo picos de 90% en el Valle Central, y llegó al 98% en destinos emblemáticos del Oeste, como Fiambalá. Incluso los hoteles más caros estuvieron colmados los dos fines de semana del Poncho.

Al margen del atractivo principal del Poncho, también hubo actividades turísticas organizadas por el municipio capitalino en El Pueblo Perdido, en El Jumeal, la Casa de la Puna, tours religiosos, museos, bicicletas y el bus citadino.

Crisis y precios

Un aspecto insoslayable es la situación económica del país. De acuerdo con el INDEC y el índice Ripte (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) que elabora la Secretaría de Seguridad Social, entre diciembre de 2023 y marzo de 2024 el poder adquisitivo de los salarios cayó 16,9%.

Sin embargo, las ventas en la Fiesta del Poncho parecen haber pasado por alto los guarismos más crudos de la economía, tanto como la incertidumbre y la depresión colectiva por no ver un horizonte alentador. Contra todo eso, hubo expositores que al tercer día del evento ya habían vendido casi todo el stock, y hasta se produjo un recambio al promediar la semana con artesanos que estaban en lista de espera.

En el espacio gastronómico, algunos puestos de comida rápida quedaban con lo mínimo a media tarde, cuando aún no había llegado el grueso de los clientes al Predio. Lo destacable, además, es que hubo precios para todos los bolsillos. Por ejemplo, el mismo plato de asado o un choripán cuesta la mitad que en la exposición Rural de Palermo, que abrió sus puertas el pasado jueves.

Precisamente una ventaja adicional que tiene la Fiesta del Poncho es su gratuidad, con excepción de los espectáculos en el Escenario Mayor. Mientras que en Catamarca todos los que desean puede recorrer el predio y disfrutar de espectáculos libres en el Patio de las Provincias o en las carpas institucionales, la entrada más barata en la Rural cuesta $7.500, mientras que el pack familiar por tres días sale $25.500. Y a eso hay que sumarle comida y bebida.

Los puntos fuertes del Poncho

Stand de una telera de la Puna catamarqueña.

Para mejorar

En la edición 2023, la Fiesta del Poncho congregó más de un millón y medio de visitantes. Es posible que este año la cifra sea aún mayor, al igual que el impacto económico en alojamiento, gastronomía, servicios turísticos, artesanías, transporte y comercio en general.

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Es justamente por esa razón que conviene tomar nota de los problemas que se suscitaron estos días para actuar en consecuencia el año próximo.

Con todo, la mayor fiesta de los catamarqueños gana cada vez más trascendencia. Todos quieren ofrecer allí su trabajo y todos quieren visitarla. Es, sin dudas, la gran vidriera provincial, motivo de orgullo y de pasión. No queda más que preservarla y engrandecerla.

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