Opinión

La generación sin terrenos: la angustia de un futuro incierto y un dólar galopante

La imposibilidad de proyectarse a futuro genera altos niveles de ansiedad en los jóvenes argentinos, para los catamarqueños no hay excepción.
Por Redacción Inforama

Este semana el dólar llegó casi a los $500 y a pesar de la promesa de pronta estabilización, es inevitable no sentir la tensión en el aire y en la calle.

Catamarca no es ajena a la crisis que se vive a nivel nacional, sin embargo, muchas veces los servicios básicos y la comida reflejan una importante desigualdad con los precios de Buenos Aires.

La entrada para una obra de teatro vale lo mismo que pedir un lomito o una pizza, un sábado por la noche. Las posibilidades se ven agotadas cuando el hambre golpea la puerta.

Durante marzo, el INDEC presentó un nuevo informe, donde determina que el índice de pobreza en nuestro país se encuentra a centésimos del alcanzar el 40% de toda la población. En pocas palabras, 4 de cada 10 argentinos son pobres y casi 6 de cada 10 niños se encuentran bajo la misma desventaja.

Hace años se viralizó una expresión en las redes sociales de Latinoamérica, donde hace referencia a la generación de millenials y centenials como "la generación sin terrenos", ya que nuestros sueldos son incompatibles con proyectos de vida de nuestros padres y abuelos.

Según la última actualización, el monto del Salario Mínimo Vital y Móvil en Argentina asciende a: $80.342. Según mis cálculos, un terreno promedio en el Valle Central, alcanzaría los $5 millones, lo que equivale a casi 63 cuotas netas de un sueldo mínimo en este país. Esto sin calcular que todos los meses hay que comer y transportarse.

Muchos fundamentalistas (de clase media/alta) sostienen que el principio para la extensión de matriz productiva es el estudio y la especialización. A pesar de esto, hay múltiples estudios que determinan que realmente con hambre no se puede pensar.

Un investigador del CONICET, Francisco Ballarini explicó en una de sus más recientes investigaciones: "Las personas que están pasando hambre no pueden enfocarse en otra cosa que no sea saciar el hambre. En ese sentido, hay estudios que analizando la corteza prefrontal (la del aprendizaje) de niños de hogares diversos en cuanto a su poder económico observaron que los que provenían de familias más pobres tenían esa parte más pequeña. A su vez, si a esas personas se les daba lo mínimo para estar alimentados se observó que esa parte se ensanchaba. Por lo tanto, es necesario fomentar la educación sin perder de vista que lo primero es tener la panza llena". Esto señaló en una entrevista con Radio Nacional.

Año electoral ¿un nuevo futuro im(posible)?

Como hija de padres laburantes, aprendí que todo se consigue con esfuerzo y transpiración, sin embargo, los jóvenes necesitamos hoy leyes y regulaciones que nos permitan comer y formar nuevos profesionales que saquen adelante, una vez más, este país que tanto nos ha dado.

Argentina siempre tendrá la alegría de 3 Copas del Mundo, unos paisajes impresionantes y la mejor carne del mundo. Pero hoy necesita, con toda la fuerza de su humanidad, dirigentes serios al mando de este barco que en breve promete hundirse, como muchos otros países vecinos.