*Por Paula Fernández
Uriel Aldabe, inició su camino en el automovilismo argentino el 17 de noviembre al convertirse en el primer catamarqueño en ganar en la Fórmula 1 Argentina con un debut inolvidable. Este suceso fue la consecuencia de años de sacrificios y arduo trabajo para cumplir su sueño de llevar a Catamarca a lo más alto del deporte motor en el país.
A la corta edad de 13 años el “Colapinto catamarqueño” decidió migrar a Buenos Aires dejando atrás a su madre y a sus hermanos para perseguir el objetivo de ser piloto de TC200, ambición que comenzó “por un trauma si se quiere”, como él mismo lo explicó: “Toda mi locura se desencadenó cuando a los 8 años vi la noticia de la muerte de Guido Falaschi en una carrera. En ese momento quedé mirando la tele y dije ‘wow quiero hacer esto’. Y desde entonces no me pierdo una carrera. Y ahí arranco mi sueño de ser piloto de TC”.
No obstante, Catamarca vio nacer el amor por la adrenalina que lo caracteriza. “Mi papá cometió el error de llevarme al Kartódromo de Payahuaico y fue ahí que me subí por primera vez a un karting. Desde esa vez arranqué a joder con el automovilismo”, recordó alegremente.
Al pasar de los años, la cruel realidad del deporte motor envolvió la vida de Aldabe quien, a pesar de las decepciones económicas que le impidieron debutar mucho tiempo antes, nunca dejó de entrenar ni perdió de vista su objetivo. “Era iluso, yo decía 'cuando tenga 21 años ya voy a ser campeón del TC'. Quería ser el campeón más joven. Hoy tengo 21 y recién estoy arrancando, pero vengo con el mismo entrenamiento y la misma disciplina desde hace varios años”.
Fórmula 1 Argentina y Franco Colapinto
Para llegar al debut en la Fórmula 1, Uriel tuvo que pasar por un duro proceso de prueba: “Te contactas con un equipo y ellos te prueban si vas a correr al siguiente año. Es un riesgo darle un auto como un fórmula a un chico que recién está subiendo al karting”, contó.
Los monocascos que se utilizan para esta categoría “son incómodos”. Y continuó con la explicación: “Acá no podemos pedir fibra de carbono porque no corre nadie, pero te acostumbras. Vas sentado sobre la chapa que divide la espalda del motor o el taque de nafta y te vas haciendo una asiendo con almohadones o goma espuma. La palanca de cambios está al lado de la rodilla. Botones no tenemos muchos, tres pedales porque la caja es media estándar, la caja de la F3 Metropolitana es más de competición y no necesita el embrague”.
“Para estas pruebas, si o si tenés que tener un certificado médico. Mucha gente piensa que es sentarse y manejar” comentó, a la vez agregó que “ser piloto estaba muy mal visto porque no lo consideran como deporte, pero con la llegada de Franco a la Fórmula 1 se dan cuenta de que se necesita un entrenamiento. La realidad es que si querés ser competitivo tenés que estar en tu mejor estado físico”.
Luego de su debut con victoria el catamarqueño volvió a la provincia ya que “era necesario” para seguir buscando apoyo y poder así concretar el salto a la Fórmula 3 Metropolitana. “Hay muchísimas chances, por suerte está muy avanzado el proyecto. Se están haciendo muchas cosas para que esto se dé, como comprando un auto 0 km para mi debut”, detalló el deportista.
De concretarse la posibilidad de tener un piloto catamarqueño por primera vez en la fórmula 3, vamos a poder ver a Uriel por la TV Pública acompañando algunas fechas del TC.