Es un superclásico distinto para los dos. Muy distinto. Más allá de que los jugadores en su mayoría son los mismos. Es el River de Demichelis vs. el Boca de Almirón. Es el primero sin Gallardo después de nueve años, con lo que eso significa para uno y otro. El inicio de una nueva era, tal vez. Para la cual parece re contra necesario e indispensable arrancar con el pie derecho frente a su rival de toda la vida. Y el día es este domingo desde las 17.30 en un estadio Monumental repleto con 83.000 espectadores.
Las últimas semanas de ambos son las que le ponen condimento al enfrentamiento 260 desde el primero hace casi 100 años, en agosto de 1913 con victoria millonaria por 2-1 en el estadio de Racing. Hoy, River disfruta de la comodidad de la punta con seis de diferencia sobre San Lorenzo y 16 por encima de Boca, que se ubica en el décimo tercer puesto, pero el presente en la fase de grupos de la Copa Libertadores generó las primeras dudas sobre la capacidad copera del equipo. Porque una cosa es perder con The Strongest en La Paz y otra muy distinta es caer goleado 5-1 ante Fluminense y sumar la segunda derrota en tres partidos jugados.
Y Boca, por más que sea por la Liga, siempre se vive como un duelo de estilo copero, a todo o nada. Y para eso, “Micho” debió cerrar filas en la semana para intentar conseguir que la dura caída en Brasil se transforme en combustible para jugar con la sangre en el ojo: fiel a su estilo, no tocará mucho en el 11 post derrota, especialmente porque a Paulo Díaz aún no lo ve para volver y quedó fuera de la lista.
Boca llega al revés, reponiéndose de una seguidilla de traspiés histórica en la Liga y lejos de la punta, luego de haber ganado el bicampeonato en 2022 y otros cuatro títulos locales previos durante la gestión de Riquelme como vice. El famoso “seis de ocho” que suelen destacar Román y Ameal. Pero, a diferencia del flojo presente en el torneo, el Xeneize viene bien en la Libertadores, líder de su grupo, y llega dulce después de ganarle a Colo Colo de visitante. Tanto que Almirón mantiene la base del equipo de las últimas presentaciones, con el mismo ajuste que hizo en Chile con el ingreso de Valentini por Weigandt, además del ingreso de Medina por el suspendido Payero.
La racha de Riquelme es lo que River buscará revertir ahora con Demichelis y Boca sostener con Almirón. Porque desde 2019, el Xeneize lo eliminó dos veces por penales y viene de ganarle los dos cruces del 2022, empataron otras dos veces y River ganó sólo una.
El nuevo Monumental es el escenario perfecto con su enorme capacidad actual, el clásico con más público del siglo en el país, al nivel de los mejores de Europa y con todo el color preparado. No hace falta más. Sólo esperar que llegue la hora para disfrutar, gozar o sufrir con el mejor espectáculo del mundo del fútbol.