La partida del "Maestro" Leo Romero, deja un dolor en todos los periodistas deportivos de la provincia y en él quedan sus historias, esas lindas historias que te deja esta hermosa profesión. Una de ellas, seguramente poco conocida, es que Leo amaba ser periodista deportiva y era "loco" por cumplir con el deber.
En el mes de junio del año 1978, el país vivió un acontecimiento histórico, fue nada más ni nada menos que organizar la Copa del Mundo de ese año y no solo eso, sino que también ganarlo. Todos querían estar en esa final ante Holanda, en un contexto social donde los militares gobernaban.
La labor periodística de Leo lo llevó a querer estar en la Copa y fue representando al diario La Unión, medio que defendió siempre. Logró ingresar en algunos partidos sin acreditación, por lo que se las tuvo que ingeniar junto a otros dos grandes que tampoco están, Luis Aisa de Radio Nacional y Daniel Lozada de Radio El Sol.
Lo que tuvieron que hacer quedó para la historia, ya que tuvieron que recurrir a amigos de la Capital Federal, llegando a ingresar al estadio estando dentro del baúl del auto. Una "locura" que solo lo llevaba a Leo querer estar y poder informar.
El año pasado, Leo recordó en su cuenta de Facebook ese evento: "Creo que nadie tiene derecho a menoscabar este éxito sin precedentes en el balompié argentino, cuya parte final pude cubrir en el histórico estadio Monumental de Núñez, enviado por el diario LA UNION".
Y recordó: "Resultó una experiencia inigualable para los tres, puesto que no teníamos acreditación oficial y debimos recurrir a varios periodistas amigos de la Capital Federal para ingresar a los estadios. Por ser el único sobreviviente de esa experiencia, hoy tengo la posibilidad de recordarla, gracias a Dios y a la Virgen del Valle".
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