Francia sacó a relucir su chapa de último campeón y no tuvo piedad con Australia en su debut en el Mundial Qatar 2022: la aplastó 4-1 en el Estadio Al Janaoub y arrancó con el pie derecho la defensa del título. Con este marcador holgado, Les Bles se ubican en lo más alto del Grupo D que comparten con Dinamarca y Túnez.
El combinado de Didier Deschamps asumió el protagonismo desde el primer instante del partido y buscó lastimar por medio de las escaladas por los costados de Kylian Mbappé y Ousmane Dembelé. Sin embargo, fueron los oceánicos los que abrieron el marcador a los nueve minutos de la etapa inicial por medio de Craig Goodwin, quien aprovechó un centro rasante desde la derecha de Mathew Leckie y fusiló a Hugo Lloris.
Fue una jugada fatídica para los galos. Porque no solo ocurrió el gol en contra, sino que también se lesionó la rodilla Lucas Hernández y debió ser reemplazado por su hermano Theo.
Los Socceroos estuvieron muy cerca de estirar la ventaja después del cuarto de hora por medio de un bombazo lejano de Mitchell Duke que besó el poste izquierdo. Fue la última aproximación del equipo amarillo, ya que el resto fue un verdadero monólogo de Francia, que logró empatar gracias al cabezazo de Adrien Rabiot y dar vuelta la historia de la mano de Olivier Giroud tras un grosero error en el fondo.
En el complemento, el vigente campeón mundial pisó aún más el acelerador y sacó provecho de todo su potencial ofensivo. Indomable y escurridizo, Mbappé hizo lo que quiso en los últimos metros de la cancha y tuvo su recompensa con el 3-1 antes de la media hora.
Y eso no fue todo para la estrella de PSG y compañero de Lionel Messi: cuatro minutos más tarde se escapó por el andarivel izquierdo y asistió a Giroud para que festejara su doblete. El reloj corrió, Francia manejó los hilos del encuentro y llegó el silbatazo final. Con este resultado, la bicampeona del mundo lidera el Grupo D con tres puntos. Un escalón por debajo aparecen Dinamarca y Túnez, que igualaron sin goles más temprano.