Las baldosas irregulares, sueltas y las que faltan, los árboles que ocupan gran parte de las veredas, los escalones, las rampas mal ubicadas, y hasta conductores y peatones imprudentes son algunas de las dificultades que deben sortear las personas con movilidad reducida.
Con el fin de visibilizar lo dificultoso de moverse por las calles del microcentro de la capital de Catamarca para las personas con discapacidad, INFORAMA acompañó a Bruno, un joven de 23 años, diagnosticado con atrofia de médula espinal que hace 10 años se maneja en silla de ruedas, en un recorrido de 7 cuadras, las cuales fueron suficientes para exhibir lo mal diseñadas y el deplorable estado de las veredas.