Este viernes 1 de marzo está de cumpleaños uno de los cantantes más reconocidos de las últimas generaciones, el canadiense Justin Bieber. Por eso es una buena ocasión para recordar la vez que en Catamarca prohibieron su música por un malentendido que fue tomado a pecho.
Corría el año 2013 cuando se viralizó un video de la gira del artista por Argentina. Sus fans le tiraron una bandera de Argentina y las imágenes lo mostraban, aparentemente, como barriendo el piso con el emblema nacional. Tras ello se generó una ola de repudios, la indignación era total.
La clase política catucha, bien centrada en lo que necesita la gente, no quiso ser menos y se ocupó de poner a Bieber en su lugar.
Sorprendió a todo el mundo un duro comunicado emitido por la municipalidad de Chumbicha, departamento Capayán, donde se "prohibía" la difusión en medios locales de transmitir la música del artista juvenil. La insólita prohibición se difundió en todos los portales de noticias.
El entonces secretario de Gobierno municipal, Miguel Ángel Juárez, expresó que se sentían ofendidos por el agravio y por ello se tomó la decisión. "Solicitamos a todas las emisoras locales y también provinciales que se adhieran a esta medida, teniendo en cuenta que es el honor de los argentinos que tenemos que defender hasta las últimas circunstancias", agregó en aquel momento.
Posteriormente, en otras entrevistas matizó un poco la cuestión y señaló que no fue una prohibición sino más bien la suspensión de la difusión del artista.
Juárez terminó diciendo que "las disculpas se piden personalmente", haciendo alusión al descargo de Justin Bieber en Twitter. Por último indicó que iban a analizar hasta cuando continuarían con la medida.
Pasaron once años de este insólito episodio, que además de ser noticia local llegó a tener repercusión en varias partes del mundo.
Justin explicó que no sabía que era una bandera y solo quiso correrla y sus fans le perdonaron el mal trago. No se sabe si en algún momento se dio por concluida formalmente la veda al artista en la capitalde las mandarinas.
En todo el mundo suenan sus hits, salvo en la bella Chumbicha.
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