Regalado por un humilde artesano belicho en Salta, el poncho se convirtió en un símbolo de Catamarca y acompaña al artista en cada presentación. Con gratitud y emoción, Christian relató cómo este regalo le dio un sentido especial a su carrera y cómo lleva consigo el legado de una abuela a través de esa prenda única.
"Este poncho va a ser para vos", fueron las palabras que sellaron un lazo especial entre Christian y el artesano belicho. “Él me lo quería regalar, pero algo le di”, revivió Christian, agradecido. Desde entonces, el poncho se convirtió en algo más que una prenda de abrigo.
“Es un símbolo de Catamarca, hermoso, que lo llevo siempre”, expresó con emoción. Es el símbolo de su tierra natal y el impulso para plotear de igual color su colectivo, llevando consigo la esencia de Catamarca a cada lugar que visita.
“Por este poncho, hice plotear del mismo color a mi colectivo. Estoy bendecido por este regalo hermoso. Él me dijo de qué manos venía: de una abuela de él. Lo llevo en mi corazón”, finalizó el cantante, con la voz cargada de emoción.
Con el poncho de color natural y líneas azules, Christian subió al escenario del Patio de las Provincias y más tarde al Escenario Mayor, donde compartió la propuesta de "Cantores del Monte" junto a Lázaro Caballero y El Indio Lucio Rojas. Su música, acompañada por chacareras, zambas y chamamés, llenó de calor y emoción la cuarta jornada del festival.
“Es una fiesta muy importante que está en agenda nacional y a nivel internacional”, expresó Christian, agradecido por poder estar presente en el evento.
La presencia de Christian Herrera y su banda "Matacos" brindó un momento de ternura cuando invitó al pequeño León Zafe, de 8 años, a compartir el escenario. “Espero que este niño crezca y represente a Catamarca, como el futuro de la música”, expresó el cantante con entusiasmo. El espectáculo se convirtió en una verdadera fiesta que trasciende fronteras, destacando la importancia cultural y artística de Catamarca en el ámbito nacional e internacional.