"Mi nombre es Emmanuel Fabricius, soy de la Villa de Ancasti, departamento homónimo, cuando terminé la secundaria, allá por 2016, tenía un sueño, estudiar abogacía". Así nos abre su relato Emmanuel, quien ha logrado su sueño de estudiar y recibirse de abogado en la UNCA.
El joven de 23 años comentó que "desde el primer día tuve grandes expectativas con respecto a mi carrera y también con alojarme en la Residencia, un día, pasábamos cerca y pensé: qué lindo sería poder venir a estudiar y quedarme acá" y así transcurrió el camino de ingreso a esta casa de estudios para jóvenes del interior provincial que le abrió las puertas para recibirlo.
"Cualquiera que tenga este mismo objetivo, debe ser fuerte y confiar en la Residencia Universitaria como el lugar propicio para forjar ese sueño; digo esto porque me gustaría transmitir a todos los estudiantes que recién empiezan y a los que viven en la residencia, que todo chico o chica del interior con deseos de seguir adelante, vea este espacio como una oportunidad única e inigualable y que se sienta un privilegiado como yo lo hice, porque es muy importante tener una habitación con todos los lujos, poder salir de la universidad y solo recorrer dos cuadras para llegar allí, a esa casa, nuestra casa, que nos cobijó en días de lluvia, de vientos fuertes, y nos brindó un plato de comida para el almuerzo y la cena", reseñó emocionado Emmanuel al describir su paso por la Residencia.
Antes de despedirse, el joven reflexionó también sobre los vínculos que le proporcionó esta casa, donde entabló relaciones muy valiosas que se fueron formando a lo largo de sus 6 años de cursada. "Los lazos con mis compañeros de residencia significaron distintos choques con otras realidades, aspiraciones, intereses y formas de entender el mundo, y muchos se convirtieron en grandes y valiosas amistades que seguiré atesorando en mi vida profesional", mencionó agradecido.