La cumbia santafesina desplegada por el mítico grupo Los Palmeras se transformó en el broche de oro de la última luna de la 51° Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, convirtiéndose en el espacio ideal para que la gente se reencontrara y compartiera momentos que seguramente serán inolvidables.
Todos vinieron a disfrutar y bailar. El público al instante reveló que estaba dispuesto a ser cómplice de los artistas, a través de aplausos, coros y gritos constantes. Y Los Palmeras cumplieron y no defraudaron. Cantaron varios hits, llevando la fiesta a su punto máximo de ebullición y posibilitando que desde la primera canción la gente ocupara cada espacio libre del salón principal para bailar.
La noche del domingo 24 contó con la presencia de destacadas propuestas artísticas locales. Entre ellas, sobresalió la puesta en escena materializada por Rafael Toledo, a la cual tituló “Puna”. Su repertorio se centralizó en versiones y composiciones que pintaron con exactitud las vivencias y las costumbres de los pueblos puneños.
También se presentó Néstor Pacheco, quien se mantuvo fiel a su cualidad de cantarle a su tierra. Composiciones como Camino Al Rodeo, Recuerdos de Mis Valles y Personajes de Mi Pago engalanaron su repertorio, cosechando extensos aplausos por parte del público. De igual manera, la voz de Silvia Pacheco tampoco pasó desapercibida y mantuvo el clima festivalero en alto. Daniela Figueroa, acompañada por el eximio guitarrista José Pepe Santillán, confirmó -una vez más- su evolución artística y que su voz ha comenzado a transformarse en una de las preferidas por los catamarqueños a la hora de escuchar buen folclore. Interpretó Lunita de Balcozna y una composición propia titulada Esto es Amor.
A su turno, el cantautor Freddy Romero dejó su impronta, con su propuesta festivalera cargada de zambas y chacareras. Ricardo “Torito” Arce y el dúo Los Mellizos (Sebastián y Jacobo Delgado) reflejaron el cancionero autóctono de esta tierra, dejando en claro su pasión y profesionalismo. Siempre convocantes y queridos por el público de esta provincia.
La música ciudadana tuvo su espacio a través del proyecto tanguero De Puro Guapo, que demostró excelencia y mucho talento sobre el escenario. El humor llegó de la mano del tinogasteño (radicado en el sur del país) Ale Ayame, que apeló a sus típicas humoradas para hacer sonreír a la gente.
El color de la danza y el canto nativo estuvo a cargo en la última noche del Poncho 2022 a cargo de la Academia de danzas folclóricas Semblanzas y de las delegaciones de Antofagasta de la Sierra y Capital.