Darío Deprattis es un pintor y artesano correntino, de madre catamarqueña. Junto a su madre Juana, emprendieron un viaje en el tejido en telar. Tras una operación, Juana arranca a tejer, por recomendación de su hermano. Su hijo, tímidamente le pidió que le enseñara algunos puntos y nudo. Así nacería un Deprattis, un proyecto que coronaría este año, sus 10 años en la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho.
"De chiquito hacía dibujo y pintura de manera autodidacta. Cuando vine a Catamarca, ingresé a un instituto de artes y ahí lo tomé de manera profesional.(...)Tengo 13 años de tejedor. Cada pieza que hago es un aprendizaje para mí, más allá de una practica", expresa Darío con orgullo.
Dentro de los intereses y afinidades del artista se encuentran las pinturas de grandes artistas como Salvador Dalí, Picasso y Molina Campos. Quizás lo que más destaca, es su dedicación por las figuras e iconografías de los pueblo originarios.
Cultura Inca, Maya y Azteca: las tres culturas del Sur del Mundo
Las culturas precolombinas fueron las que habitaron en el continente americano hasta que tuvo lugar la invasión europea con la llegada de Cristóbal Colón en 1492, quien estableció la primera colonia española en América. Las culturas más destacadas que habitaron la América precolombina fueron las que lograron convertirse en civilizaciones, como la azteca, la maya y la inca.
"Hice un curso de serigrafía hace mucho y ahí me encontré con un libro que tenía el solario azteca. Cuando empecé a tejer en telar, me regalaron un libro sobre diseños de las culturas del interior de Catamarca. Yo empecé a ahondar- desde Catamarca hasta México- voy buscando siempre maneras de conseguir más diseños. Desde el arte rupestre hasta el precolombino es impresionante la cantidad de datos e información que tenemos", explica Deprattis.
Experiencias transformadoras
Dentro de las experiencias de los artesanos, el ida y vuelta con las personas que ser acercan, resulta vital para la obra y la motivación del artista. Si se tiene la suficiente sensibilidad y perspicacia, las conversaciones con otros, resultan en un cambio de perspectiva personal.
"Una vez se acercó por el stand una persona no vidente, yo justó había hecho "El Grito" de Edvard Munch y la madre le empezó a describir la obra. Me acerqué y me ofrecí a describirle la obra-en el instituto nos habían enseñado-. Le dije que toque el tapiz y él no pudo leerlo de manera táctil. A partir de ese hecho, empecé a incorporar el bordado para poder brindar una lectura táctil con la pieza. Cada una de mis piezas tiene un bordado que permite leer el dibujo y la forma", concluye el artesano con emoción.
Deprattis se encuentra en plena actividad, también trabajan por pedidos. Los podes encontrar en Facebook: Darío Deprattis.