Este viernes, en la segunda audiencia del juicio por jurado que investiga la muerte del policía Oscar Ramírez, se escuchó un testimonio clave: Camila, su pareja, expresó su dolor ante la prensa y cuestionó duramente las versiones brindadas por los testigos. “Lo único que quiero es que se haga justicia, Oscar no vuelve más, mis hijos se quedaron sin padre”, declaró, visiblemente afectada, en las oficinas judiciales de Avenida Colón.
Camila puso en duda la veracidad de las declaraciones de los compañeros de Ramírez, quienes, según afirmó, no fueron claros al relatar los hechos ocurridos. Para ella, habría existido una coordinación para ocultar detalles del episodio que terminó con la vida del oficial. “Para mí se pusieron todos de acuerdo, porque ninguno fue clave al hecho de decir nada”, sostuvo, al tiempo que insistió en que el disparo no fue accidental.
Según el relato de Camila, el conflicto podría haberse originado por un gato que Ramírez tenía en la Guardia de Infantería. Afirmó que Ávalos actuó de forma deliberada al accionar la escopeta y que su pareja, por su formación profesional, nunca hubiera cometido un descuido. “No fue un accidente, lo hizo sabiendo lo que hacía. Hubo miles de formas de haber evitado todo esto”, aseguró con firmeza, rechazando la hipótesis de homicidio culposo planteada por la defensa.
El juicio se encamina hacia su etapa final, el lunes está prevista la declaración del imputado, Franco Ávalos, y los alegatos de clausura. La Fiscalía sostiene que se trató de un homicidio con dolo eventual, mientras que la defensa insiste en que fue un hecho sin intención de matar.