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¿Suerte o desgracia? Por error recibió más de 500 millones en lugar de una cuota alimentaria

Lo que debió ser el depósito de una cuota alimentaria de 8 mil pesos se transformó, por un error administrativo, en la transferencia de más de $500 millones a una mujer de Villa Mercedes, en la provincia de San Luis.

El hecho ocurrió el pasado 6 de mayo y tuvo como protagonista a Verónica Acosta, quien fue detenida junto a cinco familiares y luego liberada bajo fianza, mientras continúa la investigación.

La transferencia fue realizada por el Gobierno provincial y fue denunciada por el propio tesorero, lo que permitió al banco recuperar gran parte del dinero. Sin embargo, según la Justicia, a Acosta le habrían quedado más de 44 millones de pesos, parte de los cuales fueron utilizados en compras personales y transferencias a familiares.

De acuerdo con la investigación, en tan solo 10 minutos se realizaron 12 transferencias, y en menos de un día se concretaron más de 60 movimientos, por montos que rondaban los 500 mil pesos cada uno. El 9 de mayo se realizó una audiencia de formulación de cargos, donde se imputaron delitos como estafa, defraudación y retención indebida.

La mujer relató a una radio local que, al revisar su cuenta, creyó que se trataba de un depósito por 500 mil pesos, y que al principio no entendía de dónde venía el dinero. “Solo aparecía ‘data’, no decía que era del Gobierno”, explicó. También contó que usó parte del dinero para hacer frente a necesidades básicas, como la compra de alimentos, electrodomésticos y materiales para su casa, entre ellos cerámicos y una mochila de inodoro.

“Me encuentro con este dinero, y con tanta necesidad, me fui a hacer compras y ayudé a mi familia con transferencias”, declaró en diálogo con FM Latina. Entre los bienes adquiridos mencionó dos televisores, una heladera, una freidora, un microondas y un auto Ford Ka usado.

Si bien fue liberada junto a sus familiares, el juez dispuso una fianza total de 30 millones de pesos, mientras continúa la causa. Desde la defensa, argumentan que no hubo intención de fraude, sino una reacción desesperada ante una situación de vulnerabilidad.