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Denuncian mala praxis en el Centro de Radioterapia de Villa Dolores

La familia de una paciente afirma que el tumor nunca fue reducido como les informaron y que su estado actual podría deberse al mal funcionamiento de los equipos o a la falta de capacitación del personal.

Familiares de Belén Saravio, una paciente oncológica, se manifiestan en el Centro de Radioterapia de la Fundación Oncológica de Villa Dolores, Dr. Guido Jalile, donde denuncian un caso de mala praxis en el tratamiento que recibió la joven.

La madre de Belén relató en un medio radial la situación vivida desde la detección del cáncer de útero en 2022 hasta la actualidad. Según indicó, “hay muchos más casos que no salen a la luz”.

Ese año, se le detectó la enfermedad y comenzó un tratamiento en dos etapas: una primera en Catamarca y una segunda en Córdoba. En la primera fase se le administraron drogas y radioterapia. Al finalizar, los profesionales le informaron que el tumor estaba reducido en un 70% y que ya podía continuar con la segunda parte del tratamiento.

Viajaron entonces a Córdoba para realizar la braquiterapia. Sin embargo, al llegar y luego de realizar el tratamiento realizaron una consulta con otro oncólogo, este les indicó que debían esperar tres meses para continuar con nuevos estudios.

Durante ese lapso, Belén comenzó a sentir dolores y malestares. Al no recibir respuesta en un sanatorio de la capital, decidieron regresar a Córdoba. Allí le diagnosticaron una obstrucción en el uréter y debieron ingresarla de urgencia al quirófano. Tres semanas después pudieron realizarle un nuevo estudio, en el cual descubrieron que el tumor no solo no se había reducido, sino que había aumentado de tamaño y estaba afectando los riñones.

Los médicos del Sanatorio Allende solicitaron el primer estudio que detectó el tumor, pero este no fue entregado. Solo les enviaron una imagen tomada desde un celular. Según el relato, "los médicos de Córdoba afirmaron que el tumor nunca había sido barrido, y que si se seguía demorando el tratamiento, no podrían salvarle la vida".

En una intervención posterior, y tras varias complicaciones, descubrieron que la vejiga, el útero y los ovarios de Belén estaban “chamuscados”. Así lo describieron los médicos, según relató su madre.

La demanda fue iniciada en Córdoba, ya que allí le informaron que el estado complicafdo podría deberse a que los equipos utilizados para las radiaciones estaban en mal estado, o a que quienes los operaban no estaban capacitados.

Actualmente, Belén tiene una vida muy limitada: "no puede realizar actividad física, no puede tener hijos y enfrenta múltiples condiciones que le impiden llevar una vida normal" finalizo la madre.