La Escuela de Sumalao, en Valle Viejo, enfrenta una situación crítica que afecta directamente a sus estudiantes: el comedor escolar fue suspendido por falta de presupuesto, y el mate cocido que se servía como desayuno también podría eliminarse en los próximos días.
La causa principal es la interrupción de los fondos del programa PIO, que depende del Gobierno Nacional y garantiza el funcionamiento del servicio alimentario escolar.
“Los chicos se quedan sin comedor porque el programa PIO no está enviando la partida”, explicó una madre en la puerta del establecimiento. La mayoría de los alumnos proviene de zonas rurales y no puede regresar al colegio luego de ir a almorzar a sus casas.
Esto está provocando la pérdida de las actividades pedagógicas de la tarde, como las materias especiales. “No pueden volver y se pierden todo”, lamentó otra madre, visiblemente angustiada.
Las familias intentan sostener la asistencia de los chicos como pueden, llevando viandas desde sus casas, pero reconocen que es una solución parcial. A la preocupación por la comida se suma la falta de personal para reactivar el comedor en caso de que lleguen los fondos. “Aunque manden plata, no hay quién trabaje. El Estado debería mandar también personal”, señalaron. La comunidad educativa espera respuestas del Ministerio de Educación para evitar que la situación siga agravándose.
Ante la incertidumbre, muchos padres evalúan enviar a los chicos solo durante la mañana, lo que implicaría una pérdida sustancial de horas de clase. “Sin desayuno y sin comida, no podemos mandarlos todo el día. Si esto sigue así, solo asistirán a la mañana, y eso también afecta su aprendizaje”, expresaron.
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