La sesión de este martes en el Concejo Deliberante de Valle Viejo estuvo marcada por un clima de fuerte tensión política, tras una serie de cuestionamientos en torno a la ejecución de las obras de cloacas en distintos barrios del departamento.
La polémica se desató cuando el concejal opositor Jerónimo Cabrera decidió retirarse de la reunión, denunciando que el Ejecutivo Municipal no presentó documentación clave que justifique la realización de los trabajos. La falta de transparencia en los procedimientos fue el eje del debate que enfrentó a oficialismo y oposición en una jornada encendida.
Durante el encuentro, representantes de la empresa a cargo del proyecto respondieron preguntas sobre los inconvenientes generados en zonas como Facundo Quiroga y Pozo El Mistol, donde vecinos denunciaron hundimientos y calles deterioradas.
A pesar de las críticas, el equipo técnico sostuvo que el proyecto “se ejecuta según el plan” y que las zonas afectadas serán repavimentadas próximamente.
Además, se informó que la obra cuenta con un proyecto ejecutivo completo y que las habilitaciones comenzarán en el segundo semestre del año.
El presidente del Concejo, Lucas Cisternas, defendió la presencia de los técnicos y acusó al concejal Cabrera de actuar con irresponsabilidad al abandonar la reunión. “Fue un gesto innecesario cuando se estaba respondiendo a cada una de las inquietudes”, señaló. Cisternas aseguró que la empresa asistió al recinto por gestiones realizadas por su presidencia y valoró la apertura al diálogo, destacando que todas las preguntas del concejal Franklin Medina fueron debidamente respondidas.
En medio de la controversia, el oficialismo logró aprobar un proyecto de resolución que obliga al secretario de Obras y Servicios Públicos a presentarse ante el Concejo para brindar explicaciones formales sobre el avance del proyecto.
“Este paso es fundamental para garantizar el control institucional sobre las obras”, indicó Cisternas. Mientras tanto, la empresa ratificó su intención de extender el proyecto hacia Fray Mamerto Esquiú en 2026, aunque las dudas sobre el manejo administrativo y técnico del plan continúan generando fricciones políticas y malestar en la comunidad.