Un momento de mucha tensión vivieron los vecinos del barrio Sol de Mayo, en el norte de la capital, cuando pasadas las 23 del jueves empezaron a escuchar gritos y piedras.
Sin salir de sus hogares por la violencia de las pedradas contras las casas, constataron cómo aproximadamente más de 10 jóvenes iban y venÃan por la calle central en lo que parecÃa una pelea entre bandas.
Sin embargo, a los minutos esos grupos comenzaron a arrojar piedras en dirección a las viviendas, en la que viven varios adultos mayores y niños.
"La confrontación entre ellos pareciera un pretexto, porque luego tiran piedras a los casas simulando enfrentamiento entre dos bandos. Lo único que hacen es juntarse para tirar piedra a los domicilios, entre ellos no se lastiman", relató un vecino a INFORAMA.
"No hay que sacar la cabeza ni por casualidad", dijo una mujer preocupada por sus niños.
Consternados, llamaron a la PolicÃa que demoró en llegar. "Esperamos más de media hora", dijo con indignación un señor que vive allà y al que le tiraron "5 piedras", que cayeron dentro de su morada.
"No puede ser esto, pasa todas las semanas, a veces los martes, los jueves, los fines de semana, ya hicieron costumbre", añadió una señora a este medio.
La situación, que se prolongó por más de 15 minutos con un intensidad creciente, se desarticuló con la llegada de la PolicÃa, primero con un móvil y luego en dos motos. El último en arribar fue el Equipo de intervención rápida Norte, sin lograr ningún resultado.
Según destacaron las personas, los efectivos fueron por el lado contrario al que escaparon estos jóvenes.
Los vecinos explicaron que el barrio cuenta con alarma comunitaria y, que a pesar de eso, sufren frecuentemente actos vandálicos de diferentes grupos: a veces corren en motos, otras veces peleas entre bandas y ahora esta nueva modalidad con piedras.
Remarcaron que a veces los grupos son mixtos, y lo conforman chicos que no pertenecen al barrio. Sospechan que muchos de ellos son menores de edad, a pesar de que no puedan tener la certeza porque la PolicÃa nunca llega a atrapar a ninguno y llega tarde.
Finalmente, expresaron su hartazgo con el abandono por parte de las autoridades y tienen miedo de que escalen aún más los hechos ante la desprotección y lentitud de las fuerzas de seguridad.