Después de más de tres horas de votación en la Capilla Sixtina, una densa fumata negra emergió este miércoles desde la chimenea del Vaticano, confirmando que los cardenales aún no alcanzaron un acuerdo sobre quién será el sucesor de Pedro. Este primer signo visible del Cónclave marca el inicio de un proceso que, como en ocasiones anteriores, podría extenderse por varios días.
El humo negro, tradicional señal de desacuerdo, indicó que ninguno de los candidatos propuestos obtuvo los dos tercios necesarios de los votos para convertirse en el próximo Papa. Con los cardenales reunidos en estricta clausura, el hermetismo domina la elección, aunque crecen las especulaciones en torno a figuras consideradas “papables”.
Este primer resultado no sorprende al Vaticano, ya que pocas veces se logra un consenso en la primera ronda. Las próximas votaciones podrían tener lugar ya mañana por la mañana, con dos escrutinios por turno. Se espera que con el correr de las jornadas vayan perfilándose los nombres con mayor apoyo.
Mientras tanto, los fieles católicos y observadores de todo el mundo se mantienen expectantes ante el desenlace de esta elección histórica. Las campanas del Vaticano aún no repican, y la espera por la fumata blanca continúa.