Mario Gutiérrez, vecino de Valle Viejo e integrante del programa PROFE, denunció que desde diciembre no recibe los medicamentos ni las tirillas reactivas necesarias para controlar su diabetes. “Estamos a la deriva de Dios”, expresó en una entrevista, y aseguró que son muchos los pacientes que atraviesan la misma situación en el departamento. Señaló además que las respuestas del sistema de salud son nulas y que los trámites burocráticos para acceder a la medicación implican un gran desgaste emocional y económico.
“Cada vez que vamos a la farmacia nos dicen que no hay nada y que volvamos el mes que viene con la historia clínica”, relató. Esta situación no solo genera incertidumbre, sino también un gasto adicional para los pacientes: deben trasladarse hasta el hospital y abonar nuevas consultas médicas cada mes para poder renovar los pedidos. “Todo esto tiene un costo, no solo de plata, también de salud”, sostuvo Gutiérrez.
El vecino también criticó la desorganización y la falta de información. Aseguró que ni siquiera saben quién es el responsable del hospital y que muchas veces deben esperar horas para intentar hablar con algún funcionario. “Nos tienen olvidados”, afirmó. Además, remarcó que el PROFE no entrega tirillas reactivas mientras que otros pacientes empadronados en la farmacia central sí las reciben, sin una explicación clara de por qué.
Finalmente, hizo un llamado a la solidaridad y pidió ayuda a quienes puedan colaborar con insumos. “Si alguien tiene tirillas para donar o sabe dónde conseguirlas, que se comunique”, expresó. Y cerró con un mensaje contundente: “No podemos naturalizar esto. La salud es un derecho y estamos siendo ignorados por completo”.