Este año, la Semana Santa comenzará el 13 de abril con el Domingo de Ramos y culminará el 20 de abril con el Domingo de Pascua, es decir, la celebración de la victoria de la vida sobre la muerte.
Se trata de un período de siete días en el que se invita a los cristianos a renovar su fe y profundizar en el misterio de la salvación.
Implican una profunda reflexión, oración y penitencia para los católicos, en el que se reviven hechos fundantes de la fe como la Pasión, Muerte y la Resurrección de Cristo.
Desde el recuerdo de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, hasta su sacrificio en la cruz y su gloriosa resurrección, cada día tiene un significado específico.
En Argentina, el Jueves Santo (17 de abril) es considerado un día no laborable, aunque la decisión de otorgar el descanso depende de cada empleador, mientras que el Viernes Santo (18 de abril) es un feriado nacional por ley, lo que da lugar a un fin de semana largo.
Qué sucede cada día
El domingo de Ramos, marca el inicio oficial de la Semana Santa y conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
Según los Evangelios, Jesús fue recibido por la multitud que lo aclamaba como el Mesías, agitando ramas de olivo en señal de veneración. Por lo que es común que los fieles lleven ramas de olivo o palmas a la misa, las cuales son bendecidas y guardadas en los hogares como símbolo de fe.
Por su parte, el Lunes Santo es conocido como el “Lunes de Autoridad”, y recuerda cuando Jesús reveló su autoridad divina ante seguidores y adversarios.
También se rememora el episodio en el que Jesús maldijo una higuera que no da frutos, que simboliza el juicio de Dios sobre aquellos que no demuestran arrepentimiento. La jornada invita entonces a reflexionar sobre el poder divino y la obediencia a los mandamientos de Dios.
El Martes Santo se conoce como el “Martes de la Controversia”, es una jornada para meditar sobre la valentía de Jesús al enfrentar la adversidad y los peligros de su misión y se conmemoran los momentos en los que Jesús fue interrogado por las autoridades religiosas y políticas, quienes intentaron desacreditarlo y cuestionar su mensaje.
Los católicos se preparan para el Triduo Pascual, los tres días claves de la Semana Santa que conmemoran la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo.
El Miércoles Santo recuerda la traición de Judas. Este discípulo entregó a Jesús a las autoridades judías a cambio de treinta piezas de plata, lo que desencadenó los eventos que llevarían a su crucifixión.
Por esta razón, el Miércoles Santo es considerado el primer día de luto de la Iglesia. Es un día de reflexión sobre la fidelidad y la traición, invitando a los fieles a examinar su relación con Dios y con los demás.
El Jueves Santo conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos, donde instituyó el sacramento de la Eucaristía. Durante esta cena, Jesús compartió el pan y el vino con sus apóstoles, diciéndoles que estos elementos representaban su cuerpo y sangre.
Además, en este día se celebra el lavatorio de los pies, un acto simbólico de humildad y servicio. Al final del día, Jesús se retiró al Huerto de Getsemaní, donde oró antes de ser arrestado.
El Viernes Santo es un día de penitencia y dolor para los cristianos, ya que se conmemora la Pasión y Muerte de Jesús en la cruz. En este día, los fieles participan del Vía Crucis, un recorrido que rememora las estaciones del camino de Jesús hacia el Calvario.
Es una jornada para reflexionar sobre el sacrificio que hizo Jesús por la humanidad y sobre el sufrimiento que vivió para redimir a los pecadores.
El Sábado Santo se celebra la Vigilia Pascual, una de las ceremonias más importantes de la liturgia católica, que marca la espera del triunfo de la vida sobre la muerte. La celebración comienza con la bendición del fuego nuevo, simbolizando la luz de Cristo que resucita.
El Domingo de Pascua se revive la Resurrección de Jesús, un momento de alegría y triunfo que marca el fin de la Semana Santa. Es un día de espera, de silencio y esperanza.
Según los relatos bíblicos, el sepulcro de Jesús fue encontrado vacío y Jesús se apareció a sus discípulos, confirmando así la victoria sobre la muerte. Se espera que la Pascua ayude a la renovación espiritual de los fieles, a quienes invita a celebrar la vida eterna.