El gobierno de Javier Milei avanza con su plan de ajuste y ha decidido cancelar todos los contratos de obra pública en rutas nacionales, generando incertidumbre en Vialidad Nacional. La medida, impulsada por el titular del organismo, Marcelo Campoy, busca reducir costos y se enmarca dentro de la estrategia del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
La crisis dentro de Vialidad Nacional se profundiza por la falta de fondos y el posible despido de 1.600 trabajadores, lo que reducirÃa un 30% del personal operativo. La estrategia del gobierno apunta a cerrar contratos de obra bajo cualquier sistema de gestión, afectando tanto rutas a privatizar como aquellas fuera de la Red Vial Concesionada. La justificación oficial se basa en la situación económica y financiera, que según Campoy, hace inviable la continuidad de las obras.
El plan de ajuste diseñado por Sturzenegger incluye una fuerte reducción del personal de Vialidad Nacional, pasando de 5.400 a 3.800 empleados en una primera etapa. Además, contempla la eliminación de atribuciones del organismo a través de la derogación de la Ley 505/58, que le otorga carácter de entidad autárquica. Ante esta situación, los gremios afectados, como el Sindicato de Trabajadores Viales, la Federación del Personal de Vialidad Nacional (Fepevina) y la Asociación Gremial de Profesionales y Personal Superior de Vialidad Nacional, expresaron su rechazo y responsabilizaron a Campoy por el vaciamiento del organismo.
A pesar del ajuste, Vialidad Nacional aseguró este lunes que los trabajos en ejecución sobre las rutas nacionales seguirán adelante: "Según la administración general, se respetarán los parámetros establecidos en la Ley de Bases para la continuidad de las tareas viales, garantizando que todas las intervenciones iniciadas o próximas a comenzar mantendrán su curso normal", informó el organismo.